Las familias de las víctimas del Yak piden que la juez cite a un ex jefe del Ejército

La Asociación de Familiares de las Víctimas del Yak-42, que agrupa a las familias de la mayor parte de los 62 militares muertos en el accidente aéreo, del que ayer se cumplieron tres años, pedirá a la Audiencia Nacional que cite a declarar como testigo al entonces jefe del Estado Mayor del Ejército, Luis Alejandre, e insistirá en que se interrogue al ex ministro de Defensa Federico Trillo-Figueroa. "Este proceso no puede cerrarse sin que Trillo responda todas las preguntas que tenemos que hacerle", dijo Alfonso Agulló, presidente de la asociación.

"Si doloroso fue el accidente, no menos doloroso está resultando el parto de la verdad, un parto que se resiste y cuesta vencerlo, al que se le ponen todo tipo de obstáculos", dijo Agulló. El presidente de la asociación recordó que la denuncia interpuesta en la Audiencia Nacional en octubre de 2003 fue archivada por la juez Teresa Palacios, que ha rechazado la mayor parte de las diligencias solicitas por las familias de los fallecidos y, si ha acabado haciéndolas, ha sido por orden de la Sala de lo Penal y tras el correspondiente recurso.

"Si por la juez fuera", se quejó Agulló, "las esposas, las madres o los hijos seguirían llevando flores a tumbas donde no están sus esposos, sus hijos o sus padres". Aludía al hecho de que 30 cadáveres fueran enterrados con identidad equivocada y hubiera que proceder a las correspondientes exhumaciones a los 20 meses del siniestro.

Pese a ello, Leopoldo Gay, abogado de las familias, anunció que pedirá que se cite como testigo al ex jefe del Estado Mayor del Ejército e insistirá en interrogar a Trillo, pese a que la juez ya lo ha rechazado en dos ocasiones. Su declaración es "absolutamente necesaria", explicó, después de que EL PAÍS publicara ayer que Alejandre propuso antes del funeral, en una reunión de altos cargos celebrada en la sala de juntas aneja al despacho de Trillo, que sólo se entregasen a las familias los cadáveres identificados positivamente y se remitiesen los demás al Instituto Anatómico Forense.

El letrado consideró también "elemental" que se cite a declarar a algunos de los familiares. Éstos podrían explicar, por ejemplo, que a las cinco de la tarde del 27 de mayo de 2003, ocho horas antes de que los forenses turcos entregasen a los médicos españoles los cuerpos de los fallecidos, ya se les comunicó la hora del funeral de Estado celebrado en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid). "El ministro [Trillo] nombró personalmente el equipo que acudió a Turquía para repatriar los cadáveres y es evidente que no fue este equipo, que no tenía acceso a la agenda de la Casa Real o la Presidencia del Gobierno, el que fijó la hora del funeral", insistió Agulló.

Pese a las dificultades con que ha tropezado hasta ahora la instrucción del caso (desglosado en dos sumarios, uno por la contratación del Yak y otro por la falsa identificación de los cadáveres) Gay expresó su confianza en que "cambie la sensibilidad de la Fiscalía [de la Audiencia Nacional] y la juez sea receptiva".

Sanz: "Justicia y verdad"

Por otro lado, el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, aseguró ayer que "lo mejor que podemos hacer por nuestros compañeros [fallecidos en el accidente del Yak-42] es la búsqueda de la justicia y la verdad".

En declaraciones a Radio Nacional, el jefe de la cúpula militar recordó que los 26 países miembros de la OTAN se han puesto de acuerdo en abrir un proceso de arbitraje, que vaticinó largo y "complicado" contra la empresa Chapman, a la que se fletó el avión siniestrado y que omitió suscribir el seguro de 75.000 dólares por pasajero exigido por España.

Respecto a la carta del general Alejandre en la que calificaba de "trepas, ambiciosos y ególatras" a los ex ministros de Defensa Federico Trillo-Figueroa y José Bono, el jefe del Estado Mayor de la Defensa se limitó a señalar que la misiva "adolece de algo de lo que no debía adolecer", porque las Reales Ordenanzas dicen que "la prudencia es la virtud fundamental que debe adornar a un oficial general en todas las situaciones", también en la reserva, como es el caso de Alejandre.