Sale a información pública la planta desaladora de la Marina Baixa

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer la resolución de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) por la que se inicia la información pública del proyecto informativo de las obras de la planta desaladora de la Marina Baixa-Alicante, la llamada solución Mutxamel, y de las obras complementarias para la instalación, así como el estudio de impacto ambiental, según informaron fuentes del Ministerio de Medio Ambiente. El proyecto, que forma parte del Programa Agua puesto en marcha por el Gobierno central y ha sido declarado "de interés general, prioritaria y urgente", le ha sido encomendado a la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas, SA (Acuamed). El objetivo del proyecto es aportar nuevos recursos mediante la desalación de agua de mar, liberando recursos subterráneos de acuíferos sobreexplotados.

El proyecto -para el que, de momento, se barajan dos posibles ubicaciones, en Mutxamel y El Campello- contempla las obras de una planta desaladora de agua de mar por ósmosis inversa, con una capacidad de producción de 50.000 metros cúbicos diarios en cinco líneas de producción de 10.000 metros cúbicos diarios cada una. La planta quedará preparada para la ampliación futura de tres líneas más de producción de 10.000 metros cúbicos diarios cada una. Tras la valoración de los resultados de la información pública y de los condicionantes impuestos por la declaración de impacto ambiental, se decidirá la solución que se finalmente se desarrollará.

Proyecto en Torrevieja

Por otra parte, el consejero de Territorio y Vivienda de la Generalitat, Rafael Blasco, instó ayer a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a que la desaladora que ese departamento ha licitado en Torrevieja (Alicante) no afecte al parque natural de La Mata-Torrevieja, al tiempo que resaltó que antes de licitar el proyecto debería haber solicitado a la Consejería de Territorio y Vivienda "un informe preceptivo y vinculante, al tratarse de una zona con aplicación de medidas cautelares".

Blasco criticó que la obra ya haya sido licitada a pesar de que su departamento emitió un informe negativo en agosto de 2005 "advirtiendo del impacto del proyecto". Un informe que "ya resalta la inexistencia en la documentación remitida por la dirección general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente de cualquier análisis de alternativas por lo que se refiere a la ubicación de la propia planta desaladora".

Según el informe de la Consejería de Territorio, "este hecho es especialmente significativo, no sólo porque entra en abierta contradicción con lo establecido en la legislación sectorial de impacto ambiental, sino porque impide una adecuada valoración de la necesidad de la ubicación proyectada para la mencionada planta". Blasco consideró "un atropello" la licitación de la obra.