El juez condenará a 30 años de cárcel a la mujer que mató a sus dos hijos
El magistrado de la Audiencia de Barcelona impondrá una pena de 30 años de prisión a la mujer que ahogó a sus dos hijos en la bañera en junio de 2005, tras ser declarada
ayer por el jurado culpable de doble asesinato por unanimidad. Al doble delito se le añade la agravante de parentesco y se considerará el atenuante de la confesión, ya que fue la propia María Rosa Martín quien informó a la policía de que acababa de matar a sus dos hijos.
El jurado popular, formado por siete hombres y dos mujeres, admitió ayer en su veredicto que la acusada sufría un "trastorno límite de la personalidad" cuando mató a sus dos hijos, de ocho meses y dos años y medio, pero que ello no alteraba sus capacidades mentales.
Se descartó, por nueve votos a favor y ninguno en contra, el estado de enajenación mental, ya que, según el jurado, la acusada fue capaz de llamar a su ex marido, que en aquel momento estaba conduciendo, para prevenirle de que guardara los recibos de la autopista y evitar así que le inculparan de infanticidio. Fue capaz también de llamar a la policía y admitir el crimen con "plena consciencia" y no mostrarse alterada cuando la atendió el primer agente de las fuerzas del orden. Según el jurado, la mujer "buscó conscientemente la indefensión de los niños al esperar la marcha del padre" del hogar para ahogar a los dos pequeños en la bañera de su domicilio de Barcelona.
Antes de intentar suicidarse lanzándose desde un séptimo piso, Martín fue capaz de cortar los hilos del tendedero para que no amortiguaran la caída. Éste fue uno de los hechos que el jurado arguyó para rechazar el argumento de la ausencia de "capacidad volitiva".
El deseo mostrado por la inculpada de reparar parcialmente el daño cometido manifestando su "profundo arrepentimiento" al padre de las criaturas fue el único hecho aceptado como atenuante por ocho votos a favor y uno en contra.
Tras el veredicto emitido por el jurado, el magistrado Santiago Vidal anunció en una sentencia in voce que impondrá una pena de 15 años de cárcel a la acusada por cada delito de asesinato cometido, aunque estableció también un límite máximo de cumplimiento de pena de 25 años. El juez ha denegado la posibilidad de que la acusada obtenga una suspensión condicional de la pena y ha preferido no pronunciarse por ahora sobre un posible indulto para la inculpada.
