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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Irak no sale adelante

Cinco meses después de las elecciones, Irak tiene un Gobierno de "unidad nacional". Pero, pese al nombre, las luchas y las desconfianzas sectarias han impedido al primer ministro, el chií Jawad al Maliki, cubrir aún las carteras más fundamentales en estos momentos: Interior, Defensa y Seguridad Nacional. Se supone que Irak debe disponer a finales de año de unos 325.000 policías y soldados autóctonos. Pero los 250.000 actuales no sólo no logran frenar la violencia, sino que en su seno se han reproducido las divisiones sectarias. Ayer, como tantos otros días, un coche bomba arremetió en Bagdad contra un grupo de policías y segó la vida de cinco civiles; otros ataques dispersos por el país volvieron a poner de manifiesto que los iraquíes son incapaces de garantizar su propia seguridad. Tony Blair, sin embargo, en su visita sorpresa a Bagdad, ha anunciado que en julio las fuerzas de ocupación empezarán a traspasar sus cometidos a los iraquíes en algunos lugares concretos.

El peligro, por lo que puede suponer de desestabilización regional, es que Irak acabe de romperse. Muchos huyen de sus zonas para buscar refugio entre sus propias comunidades, con un miedo que acrecentó la perspectiva de guerra civil tras la terrible bomba en Samarra el pasado febrero. La realidad es que el Gobierno iraquí no quiere que las fuerzas extranjeras se retiren aún. Una parte de la población piensa que las tropas invasoras son responsables del caos y no deben marcharse hasta que se haya impuesto un cierto orden en el país. Mientras, Corea del Sur y Japón reducen sus efectivos, y, desde Roma, Prodi ha anunciado que hará regresar a Italia a sus soldados pausada y ordenadamente. Bush y Blair, cada vez más solos, se reunirán mañana en Washington y han empezado a lanzar campanas de que van acelerar la retirada de sus soldados. Desde el séquito de Blair se ha puesto un plazo límite de cuatro años.

Muy a menudo, este tipo de anuncios viene más dictado por el calendario político y electoral estadounidense que por los progresos sobre el terreno. Hoy por hoy, Irak es un Estado fallido. El objetivo de la insurgencia suní o el terrorismo es que no salga a flote. Además, ¿quién cree realmente que EE UU ha hecho esta guerra para retirarse de Irak y no para quedarse de alguna forma en ese país de importancia primordial para el control de Oriente Próximo y su petróleo?

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