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Comienza la repetición del juicio por la muerte de un joven angoleño en Costa Polvoranca

Un testigo reconoció tras la absolución del acusado que había mentido durante la vista

El portero de discoteca José David Fuertes, de 26 años, acusado de matar a Ndombele Augusto Domingos, de 16, tendrá que sentarse de nuevo hoy en el banquillo de la Audiencia de Madrid y responder por segunda vez de este crimen. La primera vez fue absuelto por un jurado, pero tanto el Tribunal Superior de Madrid como el Tribunal Supremo ordenaron la repetición del juicio. El Supremo entendió que la absolución era "ilógica y arbitraria". Tras ser absuelto, uno de los testigos confesó que era amigo del acusado y que se prestó a mentir en el juicio.

Ndombele fue asesinado en el polígono de bares de copas de Costa Polvoranca, Alcorcón, el 20 de julio de 2002.

La Audiencia constituirá hoy otro jurado popular para que enjuicie a Fuertes, quien se enfrenta a una petición del fiscal de 13 años de cárcel. El Movimiento contra la Intolerancia, que coordina Esteban Ibarra, y la Fiscalía de Madrid recurrieron la absolución. Para Ibarra, Fuertes cometió el crimen guiado por "motivos racistas".

La absolución de Fuertes por parte del jurado se produjo en octubre de 2004. Meses después, el Tribunal Superior de Madrid estudió los recursos y ordenó la repetición de la vista. Entendió que la sentencia estaba "poco motivada". Por entonces, ya había trascendido la sospecha de que algunos testigos habían ofrecido en el juicio una versión falsa de los hechos. Un magistrado de la Audiencia de Madrid puso en conocimiento de la sala que había enjuiciado a Fuertes la posibilidad de que de que dos de los testigos del juicio hubiese mentido. El padre de uno de esos testigos comentó al magistrado que su hijo le había dicho que él y otro testigo habían mentido en la vista para echar una mano a Fuertes, el portero de la discoteca frente a la cual murió acuchillado Ndombele.

La declaración de estos testigos fue muy valorada por el jurado que emitió la absolución. Uno de los testigos dijo que estuvo allí el día en que se produjo la agresión y que no vio a Fuertes acuchillar a Ndombele.

Tras la lectura del veredicto se sucedieron momentos de tensión en la Audiencia de Madrid. La madre de la víctima, entre llantos, cayó al suelo mareada y hubo que llamar a una ambulancia del Samur para que la atendiese, mientras que el padre repetía que el veredicto "era injusto". "No hay justicia en este país", protestó.

Ante este panorama, en febrero de 2005, el Tribunal Superior de Madrid anuló la sentencia absolutoria. Los magistrados estimaron que dicho fallo carecía "de la precisa motivación" e incumplía "las exigencias constitucionales y legales sobre motivación". Tras hacerse pública la resolución del Tribunal Superior anulando la vista, sus magistrados ordenaron la búsqueda, captura e ingreso en prisión provisional de Fuertes. Sin embargo, éste, que ya estaba libre, huyó de la justicia. Aconsejado por su abogado y familiares, Fuertes se entregó el 7 de abril de 2005. Y fue encarcelado.

La decisión del Tribunal Superior fue recurrida por Fuertes ante el Supremo, pero el alto tribunal la confirmó y entendió que el veredicto del jurado era "ilógico" y "arbitrario".

Discusión junto a un 'pub'

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, los hechos ocurrieron sobre las 5.15 del 20 de julio de 2002. En ese momento, se inició una discusión en las inmediaciones del pub Inn del polígono Costa Polvoranca entre Pablo G. S., acompañado de María del Mar C., y Jesús María V. Junto a ellos se encontraba Ndombele, informa Ep.

El fiscal señala que Pablo entró en el bar y salió acompañado de varias personas entre ellas el acusado, ex vigilante de seguridad del local, quien asestó dos puñaladas al menor, "sin mediar palabra". El juicio, que se celebrará ante la Sección Sexta de la Audiencia madrileña durante cinco sesiones (22, 23, 24, 25 y 29 de mayo), comenzará hoy.

Paulina Domingos, madre de la víctima, confía en que se haga por fin justicia y asegura que su hijo fue asesinado por una cuestión de racismo. Según explicó, Ndombele estaba con un amigo en la puerta de un pub cuando éste comenzó a discutir con otro chico. Ndombele salió en defensa de su compañero y el otro joven le dijo: "Negro, ¿quieres movida?".

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