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Nápoles, relojes de plástico para los turistas

Se les dará también un decálogo de reglas de seguridad para su recorrido por la ciudad

Los relojes coloreados están ya preparados; la esfera y la correa, de plástico; mecánica de calidad con una vista del Vesubio o la inevitable pizza: los prototipos les han gustado mucho a los políticos y a los hosteleros, cuestan unos 10 euros cada uno, pero no se venderán y corren el peligro de convertirse en el número 1 de los recuerdos. Serán simples regalos junto con un decálogo dedicado a los turistas, con el refuerzo de la vigilancia y la identificación de siete recorridos protegidos: puntos de fuerza del protocolo de entendimiento entre seguridad y turismo, firmado el jueves en Nápoles por los organismos locales y las fuerzas de seguridad. Una forma con la que la región de Campania a la cabeza -que financia con 150.000 euros una serie de iniciativas- y las asociaciones de empresas, esperan cambiar la visión y el impacto del caso Nápoles en el escenario internacional de turistas. "Habéis llegado a la ciudad de las maravillas. Pero os sugerimos que no añadáis a las muchas y espléndidas sorpresas de las que podéis gozar en Nápoles algunas sorpresas menos agradables... Dejad en el hotel los rolex. Y dejad que lo que mida el tiempo de descanso en Nápoles sea una simple señal de bienvenida: un reloj con la vista del Golfo o la imagen de una pizza".

En la idea están ya trabajando el consejero regional Marco di Lello y el presidente de la sección de la unión industrial Cesare Falchero. "La iniciativa tendrá el visto bueno oficial dentro de unos días, después del último encuentro con los especialistas del sector: nos permitirá dialogar con los turistas... Pero sin olvidar que respeta la seguridad sin necesidad de intervenciones radicales y constantes", afirma Di Lello. Y añade: "Espero que desde el verano próximo el Gobierno admita contribuir con una gran financiación a la iniciativa". El protocolo firmado ante el prefecto de la policía dedica gran parte de los fondos, 100.000 euros, para concentrar en las calles a 320 agentes más, destinados a vigilar los siete "itinerarios seguros de la ciudad": desde el lungomare hasta los museos, desde las calles comerciales hasta los callejones del casco histórico, que se encuentra bajo la protección de la Unesco.-

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