"Nunca jugaré en España"

Thierry Henry empezó ayer a cerrar las heridas abiertas por la final de la Liga de Campeones castigando al Barça con su desprecio. El futbolista francés anunció oficialmente su decisión de renovar por cuatro temporadas más con el Arsenal para alivio de su entrenador, su compatriota Arsène Wenger, y consuelo de la hinchada de los gunners, los cañoneros del Norte de Londres.

"En algún momento cruzó por mi mente la idea de marcharme. Pero pienso con mi corazón y mi corazón me dice que me quede", declaró en una conferencia de prensa. "Nunca he jugado en España y nunca jugaré. Éste es mi último contrato", añadió el delantero, de 28 años. "He jugado en Francia e Italia, pero éste es el mejor país para jugar al fútbol", explicó, a pesar de que el Arsenal, el Chelsea y el Manchester, en la Liga de Campeones, y el Middlesbrough, en la Copa de la UEFA han caído ante equipos españoles.

"En este último curso, el amor que me han profesado los hinchas ha sido más que extraordinario. Después de lo que pasó el miércoles, no puedo dejarles caer. Mi mujer es británica y Londres es mi ciudad. La gente que he conocido aquí me recibió con los brazos abiertos. Sería difícil dejar un país apasionado y con los estadios siempre llenos".

Henry ha encajado mal la derrota ante el Barça. Convencido de que el árbitro les perjudicó con la expulsión del portero, Lehmann, y de que el gol de Eto'o fue en fuera de juego, cargó al término del partido contra el cuadro azulgrana y acusó a Puyol, Márquez y Van Bommel de haberle molido a patadas.

La mayor parte de la prensa británica está en desacuerdo con él. Niall Quinn, ex jugador del Arsenal y ahora comentarista, alerta en The Guardian contra esas quejas: "Espero por el bien de Thierry Henry, Arsène Wenger y David Dein [hombre fuerte de la gestión del club] que eso se acabe pronto porque, si no, el Arsenal acabará perdiendo la simpatía que le tienen los neutrales". Y puntualiza: "Si el Arsenal persiste en sus quejas, le podrán echar en cara no sólo que Eboué se tiró a la piscina

[en la falta de su gol], sino también que Eto'o no estaba en fuera de juego cuando Larsson le pasó la pelota del empate".

En el nacionalista Daily Mail, el comentarista Matt Lawton escribe: "La falta de elegancia de Henry en la derrota acompañará siempre su memoria, aunque no sea su último acto en el fútbol inglés. Los errores del árbitro Hauge perjudicaron al Barça más que al Arsenal, un aspecto que Henry olvida, al igual que Wenger, tras una final en la que, en última instancia, el Barça mereció ganar".

El técnico del Arsenal se felicitó por la decisión del jugador de quedarse cuatro años más. "Tenía dos deseos al empezar la semana: ganar la Liga de Campeones y que se quedara Thierry. Sólo he conseguido uno, pero para el futuro del club es el más importante".