La escalera de ganar

Estudio de A. Troitzki

Revista 64, 1930

No hace falta analizar muy a fondo la posición del diagrama para darse cuenta de que las blancas están mejor: la mala situación del rey negro pesa bastante más que el número de peones. Pero se trata de una ventaja dinámica, que desaparecerá rápidamente si no se aprovecha ya mismo. Para hacerlo, las blancas deben llevar el rey a la sexta fila, con las consiguientes amenazas de mate. Pero el gozo puede irse al pozo de inmediato si el blanco tira la toalla en cuanto ve que el negro puede forzar el cambio de damas desde c6. Sin embargo, es precisamente ahí donde empieza la segunda fase: tras el cambio de damas, se ve que el peón blanco coronará con jaque, y la dama recién nacida que el negro tendrá en f1 se tapará en f8. ¿Se puede ganar ese final de damas con iniciativa blanca pero con dos peones de ventaja para las negras? Eso se verá con la bonita e instructiva maniobra de la tercera fase: 1 Rg6!, Dc6 (única) 2 D - c6, d - c6 3 a4, f4 (única: los otros peones no podrían evitar el mate en a8 tras las coronaciones) 4 a5, f3 5 a6, f2 6 a7, f1=D 7 a8=D+, Df8 (las blancas podrían hacer tablas tomando el peón de c6, pero hay una precisa manera de ganar, aprovechando la mala situación del rey negro; es el conocido método de los jaques en escalera: se trata de que la dama blanca llegue hasta la casilla clave d7, donde amenazará mate evitando además los jaques de la dama negra en e8, d6, f7 y g7) 8 Da2+, Rh8 9 Db2+, Rg8 10 Db3+, Rh8 11 Dc3+, Rg8 12 Dc4+, Rh8 13 Dd4+, Rg8 14 Dd7!, y las negras tienen que rendirse ante el inminente mate inevitable. Correspondencia: ajedrez@elpais.es