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La Fundación Thyssen planea un proyecto alternativo para reformar el paseo del Prado

Rafael Simancas y Trinidad Jiménez realizan actos simbólicos contra la tala de árboles

Aurora Intxausti

La vicepresidenta de la Fundación Thyssen, Carmen Cervera, se reunirá mañana con el urbanista Luis Felipe Teixidor, el director del Museo Thyssen, Carlos Fernández de Henestrosa, y Guillermo Solana, conservador jefe de la pinacoteca, para encontrar un proyecto alternativo al realizado para el Ayuntamiento por el arquitecto portugués Álvaro Siza para el eje Prado-Recoletos. "Queremos que todos los árboles sigan en pie y una remodelación de la zona satisfactoria para todos", declaró anoche Cervera. Por otra parte, decenas de árboles de la pradera de San Isidro fueron adornados ayer con lazos verdes por miembros del PSOE, en una iniciativa secundada por IU, CC OO y UGT y ecologistas.

El proyecto municipal de remodelación del eje Prado-Recoletos sigue sin gustar a los directivos del Museo Thyssen, que consideran que el plan de Siza es "un desastre para la ciudad". "No podríamos ni respirar ni pasar por allí si hubiera una tala masiva de árboles, tal como la plantean en el proyecto de Siza", declaró Cervera, que tiene previsto presentar alegaciones al mismo en el plazo previsto por el Consistorio que preside Alberto Ruiz-Gallardón.

Por otra parte, el patronato del Museo Thyssen se reunirá el próximo 6 de junio para decidir "el camino a seguir a partir de ahora" por la Fundación, tras la decisión del Ayuntamiento de abrir un nuevo plazo de seis meses para presentar alegaciones a la reforma del eje Prado-Recoletos, según Fernández de Henestrosa, director del museo.

En opinión del director, lo ideal sería que el Ayuntamiento atendiera "un poco" lo que el patronato "viene pidiendo desde hace tiempo" y no insistiera en que el tráfico pase delante del Thyssen. "Considerando la anchura del pasillo, lo normal es que sea posible, aunque estos temas técnicamente hay que estudiarlos", explicó Fernández de Henestrosa a Efe.

Alegaciones

El nuevo período de presentación de alegaciones de seis meses abierto en relación con la reforma del eje Prado-Recoletos implica "algo más de tranquilidad" en este asunto, que así adquiere "un ritmo más lento". Con ello, añadió el director, "se entra en otra dinámica", con tiempo para "reflexionar, pensar, hablar con el Ayuntamiento y hacer alegaciones".

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Ése es el objetivo de la próxima reunión del patronato, que el 6 de junio decidirá "lo que considere oportuno". En opinión del responsable del Thyssen, el museo podría insistir en esa reunión en que no le convence el proyecto de "meter el tráfico por delante del museo, que es lo que más molestaba del proyecto anterior".

Fernández de Henestrosa añadió que la reunión prevista hace unos días con la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, se ha pospuesto a raíz de la apertura del nuevo plazo de alegaciones, pues lo lógico sería celebrarla después de la reunión del Patronato. "Ahora se tiene más tranquilidad, y esperamos a la reunión del Patronato, que decidirá el camino de la Fundación a partir de ahora", insistió el gerente.

Respecto a la tala de siete árboles y trasplante de otros 47 que provocaron en 2003 las obras de ampliación del museo, Fernández de Henestrosa se limitó a señalar que cualquier modificación del jardín frente al Thyssen se hizo con todos los permisos pertinentes del Ayuntamiento, con lo que "está todo perfectamente en orden". Los árboles que fueron trasladados eran los permitidos, y con los que no se hizo lo mismo, añadió, fue porque resultaba inviable.

Por otra parte, Rafael Simancas y Trinidad Jiménez, portavoces del PSOE en la Asamblea de Madrid y el Ayuntamiento de la capital, respectivamente, aprovecharon su participación en los actos de celebración del patrón de Madrid para colocar una cinta verde alrededor de uno de los árboles de la pradera de San Isidro. La iniciativa pretendía ser "una protesta simbólica y una petición al patrón de Madrid para que proteja el arbolado", según declararon ambos.

El PSOE madrileño repartió miles de metros de cinta verde para animar a la ciudadanía a respaldar su idea, algo que ya han hecho unas 60 organizaciones entre las que figuran IU-Madrid, los sindicatos UGT y CC OO, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) y organizaciones ecologistas como Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción.

La adhesión de estas entidades se ha hecho a través de un manifiesto, titulado Por la defensa de los árboles de Madrid, en el que se advierte de que los árboles "están en peligro" por culpa de "la política urbanística desarrollada por el alcalde de Madrid y consentida por la presidenta regional". "Ni Ruiz-Gallardón ni Esperanza Aguirre han dudado en eliminar decenas de miles de árboles en proyectos urbanísticos como el de la M-30 en Eugenia de Montijo, el parque Tierno Galván, las riberas del Manzanares, o la reciente polémica por la reforma del paseo del Prado y la consiguiente tala de ejemplares centenarios", reprochan los firmantes del escrito.

El llanto de la baronesa

"Los arquitectos no me hacen mucho caso. En la última remodelación del museo talaron siete árboles y trasplantaron una treintena en una urbanización de Majadahonda sin que yo tuviera conocimiento de ello. Cuando lo supe, me eché a llorar", declaró anoche a EL PAÍS Carmen Cervera, viuda del barón Thyssen.

El programa El buscador, de Tele 5, reveló el pasado sábado que durante la reforma del museo realizada en 2003 fueron talados siete árboles y trasplantados otros 47 por orden de la Fundación Thyssen y con la aprobación del entonces alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano (PP).

Cervera, vicepresidenta vitalicia del Thyssen, que hace 10 días participó en una manifestación en defensa de los árboles del paseo del Prado- admitió ese hecho pero culpó al arquitecto Rafael Moneo, encargado de la obra de ampliación del museo en 2003.

"Fue una bestialidad con la que jamás podré estar de acuerdo. Lo hicieron a mis espaldas y sin respetar mi amor por la naturaleza. Ecologistas en Acción y Comisiones Obreras me han permitido salir a la calle a defender mi postura. Eso ha hecho que el alcalde haya abierto una vía de diálogo, que hasta entonces había tenido cerrada", agregó Cervera.

La concejal de Medio Ambiente, Paz González, precisó ayer que su departamento no va a iniciar ninguna investigación sobre las talas producidas por las obras de ampliación del museo Thyssen, y afirmó que las declaraciones cruzadas sobre las diferentes instituciones son "una falsa polémica".

"No se trata de sacarle los colores a la baronesa, pero hay que tener un discurso coherente", dijo González, respecto a las intenciones del Ayuntamiento de Madrid de averiguar si se produjeron talas irregulares durante las obras de ampliación del museo. González explicó, tras inaugurar ayer la ampliación del parque de San Isidro junto con el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, que el Ayuntamiento no va a abrir una investigación, pero sí hará un seguimiento de los árboles trasplantados durante las obras de ampliación del museo.

La concejal afirmó no tener dudas de que las obras efectuadas en el pasado se ejecutaron "conforme a las ordenanzas municipales y cumpliendo la ley". La edil añadió que el expediente al que se sometió en su día la obra del Museo Thyssen contiene las mismas exigencias que rigen para el resto de obras, sean públicas o privadas.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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