Ya no hay disidentes en la F-1

Hacía varias semanas que se anunciaba la paz, pero no fue hasta el pasado fin de semana con motivo del Gran Premio de España que los grandes constructores decidieron aceptar el nuevo pacto de la Concordia y ampliarlo desde 2008 hasta 2012. El pasado domingo se anunció que Renault había llegado a un acuerdo con el Supremo, Bernie Ecclestone, pero ayer trascendió que también BMW, McLaren Mercedes, Toyota y Honda estaban dispuestos a firmar. Ferrari, Williams, Midland, Red Bull, Toro Rosso y Super Aguri lo habían hecho ya anteriormente. La paz, a cambio del reparto de una cifra que rondará los 438 millones de euros, más del doble de lo que los 11 equipos de F-1 percibían.

Ahora sólo queda ultimar los detalles técnicos con la Federación Internacional para establecer los cambios reglamentarios que regirán a partir de 2008. Otro caballo de batalla, puesto que Max Mosley, presidente de la FIA, pretende rebajar los presupuestos a costa de sacrificar avances técnicos, unificar neumáticos y otros elementos mecánicos, hasta conseguir que un equipo pueda ser competitivo con una inversión anual de 100 millones de euros. Actualmente, los equipos que menos invierten están en estas cifras y los que más, superan los 500 millones. Sin embargo, esta va a ser una batalla menor puesto que, con las grandes marcas dentro de la asamblea, la fuerza de Mosley se reducirá notablemente.

La cuestión es que Ecclestone y CVC Capital Partners, la empresa inversora que tiene la mayoría del capital de Slec -compañía creada por Ecclestone que tiene los derechos de explotación de la F-1- ajustaron algo sus beneficios e hicieron una concesión que resultó determinante para lograr el acuerdo. Hasta ahora, Slec repartía sólo alrededor del 30% de los ingresos que obtenía de la F-1. Pero en el nuevo acuerdo se especifica que los equipos implicados en el Mundial se repartirán el 50% de los 547 millones de euros que se ingresan por derechos comerciales y el 47% de los 351,6 millones que generan la venta de los derechos de televisión.

En total, los 11 equipos percibirán alrededor de 438,3 millones anuales, repartidos porcentualmente según los resultados que hayan obtenido. Actualmente, Super Aguri puede percibir unos 14 millones de euros, mientras que un equipo puntero alcanza los 29,3. Estas cifras van a doblarse. Ecclestone y CVC se quedarán con el 50% restante. Pero una de las cláusulas establece que este nuevo reparto se realizará ya a partir del mes de junio de 2006 de forma retroactiva, puesto que el actual pacto de la Concordia no finaliza hasta el 2008.

La amenaza de crear un campeonato paralelo al actual Mundial de F-1 a partir de 2008, planteada por el Grand Prix Manufacturers Association (GPMA), que unía a los disidentes, ha desaparecido. "Yo creo que las perspectivas para la F-1 son mejores que nunca", señaló ayer Norbert Haug, vicepresidente de Mercedes Mostorsport. "Este es un final feliz de un largo proceso que garantiza la continuidad de los grandes fabricantes de coches. Me siento mucho más optimista que hace tres o cuatro años".

Sin embargo, al final, ha vuelto a demostrarse que la gran preocupación de las escuderías, sean grandes o pequeñas, es percibir más dinero para poder hacer frente a los tremendos gastos que supone estar en el Mundial de F-1. Todas las otras cuestiones resultan secundarias.