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Yanko prepara el cierre de sus dos fábricas de zapatos en Baleares

El juez autoriza el despido de los 190 empleados de la firma de lujo

Los propietarios de la empresa mallorquina aseguran que su subsistencia depende del traslado de la producción a India y otros países con menos costes, aunque mantendrán en España el área comercial y de diseño. "No vamos a dejar que la marca y la producción se vayan fuera", afirmó ayer el portavoz sindical Manuel Pelarda, de UGT, y destacó que su principal "arma" está en manos del Gobierno de Baleares, ya que éste tiene trabados los registros de las marcas tras conceder un aval a la propiedad.

Las dos factorías zapateras de Inca y Llucmajor mantendrán su actividad como mínimo hasta el 12 de junio, que es el plazo marcado para la negociar las condiciones del despido de la plantilla.

El lastre financiero de Yanko, que supera los 12 millones de euros, se agravó meses atrás con la adquisición de la compañía zapatera de moda Pielsa, operación que ejecutó gracias al aval del Gobierno de Baleares. "La deuda puede llegar a 20 millones. No lo sabemos, los dueños llevan dos años sin registrar las cuentas", reseñó Manuel Pelarda. En esta línea, UGT anticipó "acciones judiciales por mala administración contra los propietarios, que ni han preparado las colecciones de las temporadas de verano y otoño".

Explotación inmobiliaria

Para enjugar las actuales pérdidas e intentar el relanzamiento, ya se ha previsto la explotación inmobiliaria del solar de las fábricas, de Llucmajor. El Gobierno de Baleares aseguró, tras la conocer la extinción de los contratos de la plantilla aprobada por el juez, que hará "todos los esfuerzos" para garantizar una solución "positiva y efectiva" a la situación de los trabajadores.

Yanko, controlada desde 1996 por Xavier Camp, entró en una primera y gravísima crisis en 1993, cuando aún estaba en manos de su creador, José Albadalejo Pujadas. Camp tomó el control de la firma en quiebra -con números rojos de 30 millones de euros- por el precio simbólico de una peseta a cambio de asegurar la continuidad de una plantilla, que entonces era de 130 trabajadores en Mallorca.

El Gobierno balear y las instituciones negociaron la condonación de las deudas públicas y entregaron seis millones de euros en ayudas directas y créditos.

En la actualidad, Yanko cuenta con una docena de tiendas, cuatro de ellas en China, tras haber ha reducido el número de puntos de venta en Barcelona y Valencia a raíz de la crisis de los últimos años.

En su época de esplendor, la histórica Yanko llegó a producir un millón de pares de zapatos, gran parte de los cuales se vendieron en el extranjero.

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