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Reportaje:Fútbol | 38ª y última jornada de Liga

El Espanyol y el Alavés se juegan eludir el descenso

Jordi Quixano

Dos funambulistas para una sola caída. El Espanyol y el Alavés, en la última jornada de Liga, dirimirán hoy su futuro, quién desciende a Segunda División. La ventaja, a priori, es para el conjunto catalán, que depende de sí mismo; si vence a la Real Sociedad en Montjuïc no tendrá que hacer números. También podría rubricar de manera notable la temporada -conquistó la Copa del Rey- si iguala el resultado que saque el Alavés contra el Deportivo en Mendizorra. Pero si el Espanyol pierde o empata y el cuadro vitoriano cosecha un triunfo, será el Alavés el que se quede en Primera. La resolución empezará a clarificarse a las diez de la noche, cuando los colegiados soplen por primera vez el silbato.

Los dos equipos han adoptado métodos dispares para afrontar el trascendental partido. El Espanyol, que ya se vio en la misma situación hace dos temporadas -entonces venció 2 a 0 al Murcia- se ha concentrado desde el miércoles hasta esta mañana en un complejo hotelero a las afueras de Barcelona. La consigna era realizar entrenamientos suaves, algo de carrera continua, disparos a puerta, partidillos diversos y baños y masajes con el fin de tonificar los músculos y relajar la mente. El Alavés, en la ciudad deportiva de Ibaia, como de costumbre, ha cerrado las puertas. Pero según los futbolistas, Dimitri Piterman, presidente y pluriempleado de la entidad vitoriana, no ha aumentado la intensidad de las sesiones. Descansaron el martes y ayer, tras los ejercicios vespertinos, se marcharon a un hotel para pasar la noche. Durante la mañana de hoy se presume que Piterman les dará la pertinente charla y les enseñará vídeos del rival. Lo mismo hizo ayer Miguel Ángel Lotina, técnico periquito, que tiró de pizarra y tizas para repasar los últimos movimientos tácticos de la temporada.

Cábalas, calculadoras y transistores que calientan las orejas de los implicados. Miradas de interrogación de los futbolistas al banquillo para conocer el resultado del rival. Aspavientos con las manos para aclarar las dudas. Bien triunfales; bien derrotistas. Y celebración a lo grande o llantos de culpabilidad. Todo en hora y media, el tiempo exacto para dilucidar una Liga. "Es bueno saber qué pasa en el otro encuentro, pero nuestra misión es marcar un gol y ganar", sentenció Raúl Tamudo, capitán blanquiazul. Pero añadió: "Me parece injusto llegar a esta situación, jugarnos la temporada en un solo partido", convino. Lotina recogió el testigo: "Tenemos un problema grande y debemos demostrar que somos jugadores de Primera para resolverlo". Aunque ambos matizaron: "Las sensaciones son buenas porque todo el mundo está mentalizado de que nos jugamos nuestro futuro y el del club". Y Piterman resumió el sentir de los inmiscuidos en la lucha por eludir el descenso: "Es lógico que los jugadores estén nerviosos, que acusen algo de ansiedad pero", aclaró, "también están ilusionados por conseguir el objetivo en la última batalla liguera".

El Espanyol recupera a De la Peña y Fredson para la medular, para tratar de imponerse a la Real Sociedad. El Alavés, sin embargo, frente al Deportivo, pierde a De Lucas -ayer fue desestimada la cautelar- y Costanzo, sancionados, y a Aloisi, lesionado. Pero a Lotina apenas le importan las alineaciones. "Lo mismo da. Cuando te juegas algo, todos pelean, corren y luchan más". Para presenciar en directo el espectáculo, ambos clubes han decidido poner las entradas a cinco euros. "La afición gana partidos", dictaminó Tamudo. Un partido, en este caso, que subasta la categoría.

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