Imputada una tercera persona en la muerte de un abogado en Castellón

La titular de juzgado de instrucción número 4 de Castellón ha imputado a una tercera persona por el asesinato de un abogado en Castellón en diciembre. Se trata de una amiga del presunto autor del crimen, Daniel J. C. I., de 28 años, que después de ser detenido trató de huir de comisaría, en medio de un tiroteo en el que fue herido. Pese a que la mujer había sido llamada a declarar como testigo, finalmente, lo hará como imputada.

El abogado Carlos Reverter fue asesinado después de que él mismo alertara de su secuestro a través de un teléfono móvil. El suceso se produjo el pasado diciembre cuando el letrado se dirigía, en su vehículo, a su despacho. En un aparcamiento fue asaltado e introducido en el maletero desde el que, conmocionado, alertó, con su móvil, a la policía. Una hora después, en el camino Ribadelles, entre Castellón y Vila-real, se localizó el vehículo. Y, a escasos metros, en un barranco, el cuerpo de Reverter. Días después, Daniel J. C. I. fue detenido como presunto autor de los hechos. Además, se tomó declaración y se imputó a la compañera sentimental de este, que portaba el teléfono móvil del abogado y que, según dijo, le había regalado el detenido. La segunda mujer ahora imputada estaba en posesión de un llavero que también pertenecía al fallecido y que había recibido de Daniel J. C. I. La identificación de este objeto como pertenencia del abogado fue clara ya que incluso llevaba inscrito su nombre. La juez tomó ayer declaración a tres de los testigos del caso que ratificaron el relato ofrecido ante la policía. Una de ellas es la tía del fallecido, en cuya casa comió Reverter el día que fue asesinado de una brutal paliza, según el primer informe forense. También declaró ayer la persona que atendió, en el despacho, una de las llamadas de socorro realizadas por el letrado desde el maletero de su coche y un tercer testigo que aseguró haberlo visto en el aparcamiento.

El despacho de Reverter lleva todo tipo de asuntos y no se circunscribía a la actividad penal. El subdelegado del Gobierno, Juan María Calles, sostuvo que el móvil del crimen había sido el robo.