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A LA PARRILLA
Columna
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Extraordinario

El recuperado Veredicto final (Antena 3) no ha evolucionado demasiado desde su creación: la justicia sigue siendo ciega. Se tratan casos nada heroicos, muy cercanos a una realidad con estafas encubiertas por coartadas legales, incumplimientos de contrato y otras picarescas. La juez Cristina Jiménez tiene que aplicar la lógica, mantener el orden en la sala y, al mismo tiempo, procurar que su peinado sea lo bastante televisivo. Por lo visto hasta ahora, el demandado siempre es más interesante que el demandante, quizá porque, al igual que en la ficción, donde haya un buen villano que se quiten los buenos.

Hace unos meses, Tele 5 estrenó a bombo y platillo Vientos de agua, de Juan José Campanella, una serie de 13 capítulos de los que sólo emitió 5. Ahora ha salido en DVD y se la vuelvo a recomendar. Es tan buena que incluso resiste a su principal defecto: excesos de ternurismo y ciertos guiños de cinefilia. Incluso así es un monumento narrativo de primer orden sobre las servitudes del exilio, la fragilidad de las raíces y las consecuencias de los afectos. El odio permanece más que el amor y, del color sepia de la memoria al caos cromático del presente, compiten despiadados contra compasivos, malvados contra inocentes. La inmigración argentina y española en sus múltiples facetas justifica una reflexión sobre a quién pertenecen los recuerdos y sobre las patrias de origen que no consiguen retenerte y las de acogida que te expulsan. Es una historia para hartarse de llorar y disfrutar de un montaje y de un guión tan sólidos como la dirección de un reparto extraordinario. Además de los espléndidos Eduardo Blanco, Héctor Alterio, Ernesto Alterio y Angie Cepeda, deslumbran Pablo Rago, Marta Etura, Mariano Bertolini, Caterina Murino, Bárbara Goenaga, Claudia Fontán, Giulia Michelini, Silvia Abascal, Manuela Pal, Rubén Ochandiano, Pilar Punzano y un Gran Wyoming sobrio y convincente en el papel de simpático y escéptico trompetista. Insisto: no se la pierdan.

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