El Congreso limita a tres los eslabones de la cadena de subcontratación
La mejora del mercado de trabajo cuenta desde ayer con otro pilar en el que apoyarse. El Congreso de los Diputados aprobó con el voto favorable de todos los grupos, salvo CiU y PNV, una proposición de ley que regula la actividad de las subcontratas en el sector de la construcción. Se trata de la primera norma que regula las contratas y subcontratas, uno de los principales focos de precariedad y siniestralidad en el mercado de trabajo. El texto limita a tres eslabones el máximo de subcontratas en la construcción y obliga a estas empresas a contar con plantilla fija.
La idea partió hace algunos años de Izquierda Unida y fue retomada de forma más intensa hace unos meses. El resultado es que los diferentes grupos parlamentarios han logrado acordar casi por unanimidad una norma que permitirá un mayor control de la cada vez más interminable cadena de subcontratación en las empresas constructoras. "De las 247.000 empresas de construcción que existen en España, sólo 45 tienen más de 500 trabajadores. Y 175.000 cuentan con menos de seis empleados", asegura Jesús Membrado, portavoz socialista en la Comisión de Trabajo del Congreso, encargada de elaborar el proyecto.
Con lo aprobado ayer, que se espera entre en vigor a final de año, una empresa podrá subcontratar hasta tres niveles su actividad. No habrá posibilidad de derivar las labores a una cuarta salvo en "circunstancias de fuerza mayor", es decir, ajenas al desarrollo normal de la obra. Más allá de esta norma, dos colectivos tendrán completamente prohibido subcontratar nada: los autónomos y las empresas sin labor especializada, cuya única misión sea proporcionar mano de obra a otras.
Un 30% de plantilla fija
La otra medida de mayor calado consiste en obligar a las subcontratas a contar con un porcentaje de plantilla fija. En los primeros 18 meses de aplicación de la ley los fijos deberán suponer un 10%; entre el 19º y el 36º mes, un 20% y a partir del tercer año, las subcontratas dispondrán de un 30% de plantilla.
Además, toda obra deberá tener un libro de subcontratación en el que figuren todas las contrataciones realizadas para un proyecto. Y las empresas deberán estar acreditadas en un registro que las habilite para trabajar.
CC OO y UGT expresaron su satisfacción por la aprobación de esta norma y esperan que la tramitación en el Senado sea rápida. Por el contrario, la federación de trabajadores autónomos ATA mostró su "enérgico rechazo", pues perjudicará, según sus cálculos, a 300.000 profesionales.
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