La ultraderecha y los populistas entran en el Gobierno polaco

Los conservadores polacos finalmente han conseguido formar un Gobierno con apoyo parlamentario estable tras su alianza con dos partidos minoritarios, uno agrario-populista (Autodefensa) y el otro de extrema derecha (Liga de las Familias Polacas). Ambas formaciones son euroescépticas, aunque ya no abogan por abandonar la Unión Europea.

Ambos partidos accedieron el viernes a sumar sus escaños con el Gobierno conservador del primer ministro, Kazimierz Marcinkiewicz, nombrado por el partido derechista Ley y Justicia (PiS, en sus siglas polacas) tras las elecciones del pasado otoño.

Después de ese acuerdo, el presidente, Lech Kaczynski, también del PiS, nombró a los ministros que formarán el Gabinete. El líder de Autodefensa, Andrzej Lepper, ocupará la cartera de Agricultura y otros miembros de su partido asumirán las de Trabajo y Asuntos Sociales y Construcción.

Por su parte, el líder de la Liga de las Familias Polacas, Roman Giertych, será viceprimer ministro y ministro de Educación. Su grupo además ha recibido la cartera recién creada del Ministerio Marítimo. Este partido es muy próximo a Radio María, cuyo extremismo y antisemitismo ha provocado alarma en el Vaticano.

El presidente Kaczynski manifestó que con la coalición y el Gobierno formados, las barreras para reformar a fondo el Estado polaco han sido eliminadas. Kaczynski, cuyo hermano gemelo dirige el PiS, aprovechó la ocasión para culpar nuevamente al segundo partido más numeroso en la Cámara, el liberal Plataforma Cívica, por negarse a coligarse con el PiS. Tanto la Plataforma como el PiS proceden de la antigua Solidaridad y antes de los comicios se daba por descontado que gobernarían juntos. La dureza de la campaña electoral abrió un foso entre ambas formaciones que acabó haciéndose insalvable.

Tras del anuncio del nuevo Gobierno, el ministro de Exteriores, el europeísta nacido en Francia Stefan Meller, presentó su dimisión. En Bruselas, un portavoz de la Comisión Europea mostró su preocupación por la llegada al Gobierno de Varsovia de la ultraderecha y los populistas.