El Arsenal, a la 'Champions'
El equipo de Wenger se despide de Highbury con tres goles de Henry
Highbury, el añejo estadio del Arsenal, bajó ayer las persianas tras 93 años de vida. Y a lo grande: el Arsenal logró, en la última jornada de la Premier, una plaza en la próxima Liga de Campeones. Un alivio para el rival del Barça en la final de la Champions que se disputará en París el próximo día 17. Ahora, el equipo londinense sabe que su presencia en la próxima edición del gran torneo europeo no depende exclusivamente de una victoria ante los azulgrana.
El equipo que entrena Arsène Wenger logró el billete tras imponerse (4-2) al Wigan. Ante la trascendencia del choque, el técnico francés alineó a todas sus estrellas, incluidos Cesc y Reyes. Y, cómo no, a Henry, uno de los inquilinos más ilustres en la historia de Highbury.
Pires adelantó al Arsenal en el minuto 8, pero el Wigan, que nada se jugaba, dio la vuelta al marcador y se puso 1-2 en el minuto 34. Entonces, sin respiro, un minuto después, Henry tocó la corneta y con un hat-trick dejó al Arsenal a un paso de la Liga de Campeones. El empujón definitivo se lo dio el West Ham, que tumbó al Tottenham (2-1). El Tottenham, históricamente el gran rival del Arsenal, comenzó la jornada por delante de los cañoneros, con todo a su favor salvo los intestinos: siete de sus futbolistas estaban afectados por una intoxicación causada por un alimento en mal estado, pero el club londinense decidió jugar.
Con sus tres tantos, Henry ha cerrado su temporada en la Premier como pichichi, con 27 goles. Ayer, tras anotar el tercero la estrella francesa besó la hierba de Highbury, un gesto papal que deleitó a los 38.359 espectadores que acudieron a la última función en uno de los estadios con más solera de Londres. Un guiño por parte de un jugador que ha anotado ya 164 goles en 236 partidos con el Arsenal. Aunque nadie sabe si en el futuro estadio Fly Emirates Henry seguirá como cañonero o habrá iniciado una nueva aventura.
Van Nistelrooy, a casa
El Manchester United, por su parte, se aseguró la segunda plaza, pero tras un día tormentoso. Una de sus estrellas, el delantero holandés Van Nistelrooy, abandonó el estadio de Old Trafford en su coche tres horas ante del compromiso contra el Charlton Athletic (4-0) para irse "a su casa", según confirmó el United en un comunicado. El incidente provocó todo tipo de conjeturas sobre el futuro del goleador, enfrentado desde hace tiempo al todopoderoso Alex Ferguson, técnico y manager general del Manchester. Ferguson prescindió de sus servicios en el once titular en la final de la Copa de la Liga disputada contra el Wigan, celebrada en febrero en Cardiff, y desde entonces el holandés ha sido suplente con demasiada frecuencia.
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