Marques se impone como único candidato en el PSD portugués

El líder del Partido Social Demócrata (PSD) portugués, Luís Marques Mendes, se perfilaba anoche como presidente de la comisión política del partido de centro-derecha en las primeras elecciones primarias de la historia de la principal fuerza de oposición del país. Marques Mendes era el candidato único, pues no tuvo oponente contra el que luchar (un militante de Coimbra intentó presentarse, pero el partido anuló 1.000 firmas de las 1.700 que entregó porque habían sido "falsificadas").

La votación, cuyo resultado no se conocía anoche, debía servir para evaluar el poder de seducción de Marques Mendes entre sus bases cuando todavía quedan tres años para las elecciones legislativas. Pero esa duda la resolvió mejor un impactante sondeo publicado ayer por Diario de Noticias: en este momento, Marques Mendes es la cuarta opción de sus militantes para dirigir al PSD, con apenas un 5,8%, por detrás de los críticos Marcelo Rebelo de Sousa, Manuela Ferreira Leite y Luís Filipe Menezes.

Para terminar de aguar la fiesta a este templado abogado de 48 años, que fue ministro entre los años 2002 y 2004 en el Gobierno de Pedro Santana Lopes, ese mismo sondeo reflejaba que la distancia entre el Partido Socialista y el PSD en las preferencias de los portugueses es cada vez más abismal.

Según el Barómetro Marktest de abril, la brecha aumenta ahora hasta los 13 puntos porcentuales, y los socialdemócratas son los únicos que bajan en comparación a marzo: pierden 4,5 puntos mientras las restantes fuerzas políticas suben uno.

Marques abogó personalmente por instaurar las primarias en su partido y para ello convocó un congreso extraordinario en marzo pasado, sólo un año después de haber sido elegido líder del partido en el 27º congreso. Pero su idea de dar más participación a las bases parece haber calado poco: de los 116.000 militantes, sólo 54.000 se inscribieron para votar ayer. El líder del PSD intentó arrastrar a sus partidarios a las urnas en el cierre de campaña, al decir que las primarias "no son un punto de llegada, sino de partida" de cara a las elecciones legislativas de 2009.