Fernando Alonso rebaja los humos a Ferrari y McLaren

Sentado ante la inmensa cristalera de la fachada del imponente edificio de Mercedes que da al circuito de Nurburgring, con una privilegiada vista de pájaro sobre el final de la recta de salida y los tres primeros giros, la pregunta a Kimi Raikkonen caía por su propio peso. ¿Cómo se vio el año pasado ahí abajo? Allí fue donde se escenificó uno de los episodios más decisivos y espeluznantes del campeonato, cuando el McLaren del piloto finlandés rompió la suspensión metido ya en la última vuelta. Raikkonen no sufrió daños, pero Fernando Alonso dio un zarpazo determinante al vencer en el histórico circuito alemán. Este año, continúan los problemas para los McLaren-Mercedes. Raikkonen suma la mitad de los puntos acumulados por Alonso (36 en cuatro carreras), que también le saca 15 puntos a Michael Schumacher.

El líder valora las mejoras de sus rivales, pero afirma que los bólidos rojos fueron lentos en Imola y que en Nurburgring se da mucha publicidad a las 'flechas de plata'

Tanto el finlandés como el alemán intentan aprovechar el posible efecto campo propio en el Gran Premio de Europa que se disputa en Alemania. Mercedes sueña en que por fin un McLaren vuelva a darle el triunfo en su circuito, algo que no consigue desde 1998. Y Schumacher, nacido hace 37 años a unos 100 kilómetros de Nurburgring, intenta de nuevo reducir, aprovechando el masivo apoyo de la hinchada alemana y los efectos vigorizantes de su reciente triunfo en Imola, el primero después de 13 grandes premios. Alonso no se deja intimidar. Al contrario, a mayor cacareo de sus rivales en la lucha por el título, más rebaja sus humos. El campeón y líder de la F-1 subraya su respeto hacia ellos pero, en referencia a algunas previsiones triunfales respecto a McLaren-Mercedes, desliza: "¿SuperMcLaren aquí? Lo que se dice antes de las carreras es muchas veces por cuestiones de marketing. En los años anteriores McLaren ha tenido buenas actuaciones aquí. En 2004 Kimi rompió cuando iba destacado y el año pasado hubiera ganado de no ser el problema de la suspensión. Es un circuito muy bueno para ellos. Pero ya incorporaron algunas mejoras en Silverstone y estuvieron muy atrás. O sea, que tampoco va a producirse un cambio radical".

Alonso, después de afirmar que en la última carrera en Imola le sorprendió la "increíble velocidad en las rectas de los Ferrari", relata: "Tampoco sé la carga aerodinámica que tenían. Además ellos tenían un motor fresco y nosotros llevábamos el de segunda carrera [en Nurburgring Alonso estrena la nueva especificación B del RS26]. Salía en las curvas más rápido que él muchas veces porque tenía mejor tracción y pensaba que lo podía adelantar. En carrera iban bastante lentos". Se resiste Alonso a juzgar a Ferrari en base al triunfo de Schumacher en Imola. "Hay que esperar. El año pasado hicieron también una buena carrera en Imola, pero luego desaparecieron". Schumacher vaticina que eso no se repetirá. "Es cierto que en 2005 la carrera de Imola fue un fugaz rayo de luz, pero pienso que no será el caso esta vez. Al contrario, estaremos a ese nivel toda la temporada".

Alonso, que a pesar de su declarado madridismo vaticinó un seguro triunfo del Barcelona en la final de la Liga de Campeones ante el Arsenal, se atiene a su regularidad -suma 10 podios consecutivos- y a la fiabilidad de su Renault. "Es bueno que los demás se repartan los podios. Espero seguir siendo constante y ganar más carreras", sentenció el asturiano, que lamentó no haber logrado aún una buena clasificación. Quien no estará en Nurburgring es el japonés Yuji Ide (Super Aguri), que será sustituido por Franck Montagny.