¿Continuará?
Todos los años, desde hace ya 10, un magacín cultural hecho en Barcelona (y en catalán), que se emite cada semana en el La 2, organiza una macrofiesta que, sin querer -o queriendo-, da entrada a la vorágine de Sant Jordi. En realidad, el programa no va con interrogantes, sino a secas, Continuarà, pero hasta este momento pende de un hilo, como toda la programación de TVE en Catalunya.
Más de uno ha comentado si en realidad el programa se emite con la excusa de celebrar esta fiesta, a la que asiste todo quisque porque es única. A mí me parecería muy bien, y más aún cuando me he enterado de que a TVE no le cuesta ni un duro. Como lo oyen: más de 400 invitados que comen y beben de lo lindo a costa del restaurante -en esta ocasión el Pòsit del puerto olímpico- y de su bodega, que aporta lo suyo por amor al arte, o mejor, por amor al programa. ¿Ocurre muy a menudo este fenómeno? La verdad, con frecuencia se me ha atragantado una cola de gamba en según qué party cuando pienso que lo pagaba el contribuyente. Y piensen ustedes que este contribuyente casi nunca está invitado.
'Continuarà' es un programa coral, compuesto mayoritariamente por mujeres que creen en la modernidad sin dar gato por liebre
Continuarà es un programa coral, compuesto mayoritariamente por mujeres que creen en la modernidad sin dar gato por liebre. Atractivo, divertido, distendido... cabrían más adjetivos para definir el magacín, pero pienso que cada cual tendrá en mente alguno mucho más acertado que el mío. Desde Woody Allen, que ya es un clásico en el programa porque se apunta al barco cada vez que viene, hasta Gerard Quintana, pasando por José Saramago, y Marisa Paredes, y Antoni Tàpies y... Continuarà está en todo, y los que lo seguimos nos duele que ahora lo hayan cambiado de día y de hora, porque no es lo mismo un viernes por la noche, como hace unos años, o un sábado, como últimamente, que relegarlo al domingo por la mañana a las 12.30. ¿Es esto un aviso al telespectador, que se prepara para el the end? Espero que no y confío en que Joan Tapia se apiadará de los fans del programa, que son muchos, y pronto lo tendremos en un día y hora razonables.
Naturalmente, detrás de un buen programa hay una buena dirección. En este caso la responsable es Montse Mompó, gato viejo en el asunto porque desde finales de los años setenta que trabaja en TVE. Me cuenta que una de las claves de Continuarà es "dejar hacer", que buscan al artista consagrado, pero también al que empieza. Montse apuesta por la televisión pública y confía en que los problemas ya viejos que acarrea TVE se solucionen. Pilar Ruiz, Mabel Beltran, Joan Vilà... son otros de sus inseparables colegas que hacen que esto funcione.
Pero como les venía diciendo, no hay Continuarà sin la fiesta de Sant Jordi, que agrupa no sólo a los que han pasado por el programa a lo largo del curso, sino a todo tipo de personajes de este mundillo cultural que se alimenta de las masas. O querría alimentarse. Un total de 400 personas son muchas y una no tiene el radar tan ajustado, pero hace dos viernes, en el restaurante me crucé con Francisco González Ledesma, que tiene la amabilidad de saludarte aunque no te conozca de nada, no como otros ante los que pasas como si fueras invisible. Agentes literarios a la caza de nuevos talentos, o al revés, el supuesto talento atacando al agente; directores editoriales que se cambian cromos, bailarines, actores, directores de teatro y de cine y, por supuesto, escritores, famosos o no.
Xavier Rubert de Ventós con una copa de Perelada en la mano, Marc Martínez atacando una fideuà que sabía a gloria, Marta Marco, Ferran Madico alabando los calamares a la romana, Mireia Ros, Rafael Vallbona, el encantador Màrius Serra hablando de no sé qué con el ya superpremiado Julià de Jòdar... En un rincón, una mesa de VIPS custodiada por una señorita de uniforme y compuesta por Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Rosa Novell, Javier Cercas, Ian Gibson... Y justo al lado, Maria de la Pau Janer, Maruja Torres... En una mesa, solo, Javier Tomeo estaba por la faena: eso es, comer. Carles Flavià llegó tarde, pero se zampó el arroz igualmente. Me hubiera gustado hablar con alguno de ellos, pero todos estaban muy ocupados. O lo daban a entender.
Llegó la hora de los postres y Montse Mompó llamó a la concurrencia para entregar unos premios instituidos simplemente para dar constancia de los que apoyan el programa y piden que continúe: Javier Cercas, Lidia Azzopardi, Rafael Amargo, Isma Prados, Maruja Torres, Rosa Novell. Todos recibieron un anillo de azúcar de la pastelería Escribà. Es curioso, pero todo el mundo habló en catalán, y los que no lo sabían, como Wendy Guerra, se excusaron. Digo que es curioso porque alguien podría pensar que en TVE en Cataluña lo del idioma sobra, y parece que no. Tengan vista, señores políticos: no se carguen lo que ya funciona. Queremos calidad y no ñoñería. Esperamos que Continuarà haga honor al nombre.
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