El PNV dice que con su propuesta no quiere "corregir" sino "mejorar" la ley de Suelo
Los cambios planteados en el Parlamento desconciertan a dirigentes y cargos peneuvistas
El PNV calificó ayer de "aportación y reflexión" los cambios profundos cambios que ha propuesto en el proyecto de ley de Suelo cuando ya había sido pactado por el Gobierno y los socialistas. El portavoz de la dirección peneuvista, Iñigo Urkullu, dijo que, si no se aceptan, su partido "asumirá" el texto que había sido cerrado entre la consejería de Vivienda y el PSE. "No tratamos de corregir, sino de aumentar y mejorar". Los cambios en las cuotas de vivienda protegida han partido del aparato vizcaíno del PNV y han desconcertado a dirigentes y cargos peneuvistas.
La sede de Sabin Etxea en Bilbao fue ayer el lugar de contactos y reuniones entre dirigentes del PNV tras la tormenta política provocada por la propuesta en el Parlamento. Varios dirigentes y cargos públicos se han mostrado desconcertados estos días por el planteamiento, cuando el proyecto parecía cerrado tras el acuerdo alcanzado en marzo entre el Departamento de Vivienda, dirigido por Ezker Batua, y el PSE.
Eudel, la asociación de municipios vascos controlada por el PNV, que había mostrado su respaldo en líneas generales al proyecto, debatió la nueva situación el jueves. Pero desde entonces sus dirigentes no han querido hablar. "Vamos a esperar de momento", dijo ayer un portavoz, al ser requerido por una valoración oficial de la asociación. El presidente de Eudel, Karmelo Sainz de la Maza, se reunió ayer en Sabin Etxea con la dirección peneuvista, pero tampoco quiso realizar comentarios.
La voz que salió a la palestra fue la del portavoz de la ejecutiva peneuvista y presidente del Bizkai Buru Batzar, Iñigo Urkullu, quien quiso quitar hierro a la polémica en una comparecencia pública en Sabin Etxea sobre este asunto. De entrada, dijo que su partido "asumirá" el posible rechazo a sus propuestas, lo que ya es un cambio sobre el "ya veremos" que expresó el pasado martes el portavoz peneuvista en el Parlamento en este asunto, Juan Antonio Arieta-Araunabeña.
"Rifirrafe político"
Urkullu precisó que el documento consensuado con los socialistas es "un buen proyecto", pero que las aportaciones del PNV son "una aportación y reflexión" para mejorarlo. "No es una enmienda, ni una corrección al espíritu del proyecto de ley. Si el resto de partidos, porque no la han parido y juegan al rifirrafe político, entienden que no debe prosperar, no nos queda más que someternos a las reglas de juego y no ocurriría nada más".
Fuentes peneuvistas han asegurado que este asunto ha provocado el enfrentamiento entre el poderoso aparato vizcaíno del PNV, que es el que ha pergeñado los cambios, y la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, quien ha tratado de pacificar la situación. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, afirmó ayer que "no existe ningún problema" entre el Gobierno y su principal partido, el PNV, informa Isabel C. Martínez. "Me siento extraordinariamente respaldado de forma leal y activa y muy agradecido a los tres partidos políticos" que forman el Gobierno, añadió. El lehendakari rehusó desvelar si conoció con antelación la postura que el grupo nacionalista defendió el martes en la ponencia parlamentaria que estudia el proyecto. Urkullu aseguró que sus propuestas eran conocidas por los tres socios del tripartito. Ibarretxe dejó fuera de toda duda la aprobación de la ley e hizo suya la defensa del proyecto pactado entre el Gobierno y el PSE-EE que realizó el martes la portavoz, Miren Azkarate. Advirtió que las palabras de ésta sirven "para ahora y para el futuro".
El consejero de Vivienda, Javier Madrazo, eludió ayer valorar esta polémica, pero sugirió que el proyecto no tendrá los cambios que propone el PNV. "El tiempo de las enmiendas ya pasó", afirmó antes de defender el documento que él presentó a finales de 2005 "con las incorporaciones fruto de las negociaciones con el PSE y Aralar".
El PP, que ha visto la brecha en el gobierno tripartito, insistió en que la propuesta del PNV "se acerca y mucho" a sus planteamientos y se ofreció a estudiarla conjuntamente.
Iñigo Urkullu destacó que su propuesta amplía la cuota de vivienda protegida, al fijarse el 80% también en los suelos urbanos. Expertos inmobiliarios aseguraron que este cambio no tendrá una incidencia práctica, porque las actuaciones en solares urbanos son principalmente en rehabilitaciones, en las que se mantienen las viviendas libres existentes. Urkullu expresó que la filosofía de su propuesta es que el 80% de las nuevas construcciones se destinen a personas que carecen de vivienda.
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