Un férreo control policial impide una protesta 'okupa' en Alcorcón

Un amplio dispositivo formado por 50 agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Municipal de Alcorcón impidió ayer la concentración de jóvenes okupas prevista para las ocho de la tarde frente a la Casa Consistorial.

Los okupas habían convocado la manifestación por mensajes de teléfono móvil y de Internet, para protestar por el desalojo y derribo de un centro ilegal en el camino de Carrolomillo, en la avenida de América, de Alcorcón. El Ayuntamiento decidió derruir este local la mañana del pasado jueves, lo que produjo la detención de ocho personas que protestaron por esta medida. La policía identificó ayer, desde las seis de la tarde, a todos los chavales que salían de la estación de metro de Alcorcón Central o que querían acceder a la plaza del Ayuntamiento. Los agentes les pedían el carné de identidad y anotaban todos sus datos. Esta medida hizo que los jóvenes desistieran de manifestarse. Por la zona también había desplegados agentes de la brigada provincial de información de paisano.

Los chavales desconvocaron la manifestación de la misma manera que habían sido llamados: utilizaron el teléfono móvil para aplazar, de momento sin día, la protesta.

La policía se dispersó por todo el municipio y hubo patrullas conjuntas de ambos cuerpos para evitar que los jóvenes causaran desórdenes o altercados en las calles a lo largo de la tarde o de la noche, según indicaron fuentes del Ayuntamiento de Alcorcón.