El muro de Lehmann

La estrella del Arsenal, Thierry Henry, aseguró antes del partido que el Madrigal le recordaba a un estadio inglés, "por el ambiente que se vive y por la gente, que está muy encima animando". Y pudo comprobar durante el encuentro que no se equivocaba. Los 1.200 seguidores ingleses que viajaron hasta Vila-real con su equipo quedaron enmudecidos por la afición amarilla. Henry recibió incluso un regalo de uno de los seguidores. Antes de comenzar el segundo tiempo, cuando los equipos esperaban la señal del árbitro para hacer rodar el balón, un espontáneo saltó de las gradas y se dirigió corriendo al delantero francés, al que entregó una camiseta del Barça, club interesado en su fichaje. Las fuerzas de seguridad del estadio se echaron encima del hincha, vestido con la camiseta de la selección argentina. Henry, mientras, miraba durante unos segundos la camiseta y la dejaba sobre el césped.

Un espontáneo saltó al campo en el descanso y dio a Henry una camiseta del Barcelona

El delantero del Arsenal fue un peligro constante para la defensa del Villarreal y para su portero, el argentino Barbosa, titular después del fallo de Viera en la última jornada de Liga. Pero se quedó sin marcar en su lucha particular contra los goleadores de la competición. Henry es el cuarto mejor anotador de la historia de la Liga de Campeones, con 41 goles, por detrás de Shevchenko (52), Raúl (51) y Van Nistelrooy (47). En el global de las competiciones europeas, Henry es el sexto mejor goleador con 49 dianas, igualado con Di Stéfano.

La retaguardia del conjunto inglés tampoco pasó una noche tranquila ante los ataques de Guille Franco, Forlán o José Mari, por mucho que acumulen ya 10 partidos consecutivos imbatidos en la Champions, récord histórico de la competición. El portero alemán Lehmann superó el registro de 658 minutos sin recibir un gol, una marca que desde 1988 lucía Van der Sar, meta del Ajax. El Arsenal suma ya 919 minutos sin encajar un solo tanto. Concretamente desde que el 22 de febrero de 2005 el bosnio Salihadmizic, del Bayern de Múnich, hiciera diana frente a los gunners. Fue además el último partido europeo que perdió el Arsenal, que acumula desde entonces nueve victorias y cuatro empates. Ni Madrid ni Juventus consiguieron marcarle un solo gol este curso en 180 minutos cada uno. Tampoco el Villarreal, que se estrelló una y otra vez contra Lehmann, víctima de su falta de acierto. Para colmo, una vez que marcó, Guille Franco estaba en fuera de juego.

Con la excepción de Campbell, de 31 años, sustituto provisional ayer del lesionado Senderos, la defensa del Arsenal es además jovencísima, con una media de edad de 22 años. Touré, de 25, ejerce de veterano. La línea defensiva de Arsène Wenger, mermada además por la baja de Flamini a los ocho minutos, sufrió de lo lindo. Pero aguantó agónicamente y permitió que el Arsenal alcanzara su primera final de la Liga de Campeones.

El Villarreal se quedó, pues, sin poder ser el noveno equipo que alcanzaba la final de la máxima competición europea en su primera participación. Pero se convirtió, eso sí, en el debutante que más lejos ha llegado, hasta semifinales, desde el Sampdoria en 1992.