Memoria recuperada

La cantante Luz Casal recordó durante un concierto íntimo en el teatro Juan Bravo, de Segovia, dentro del ciclo Acústicos, que sólo se había quedado en blanco una vez en su carrera artística, en plena actuación, y fue precisamente en esta ciudad, a los pies del acueducto, en 1996. Así, confesó a un público entregado y numeroso que sintió pánico porque entonces no sabía ni quién era -incluso después estuvo retirada, hasta 1999-, pero enseguida aclaró que, en ese momento, conocía perfectamente su objetivo: "Y es que hoy lo paséis bien". Así lo hicieron, durante más de dos horas, mientras que quien dio voz al bolero Piensa en mí, en Tacones lejanos, del director Pedro Almodóvar, habló con cariño de la recientemente desaparecida Rocío Dúrcal -"qué lástima, qué bien cantaba", dijo-, en medio de una canción con aire mexicano, o se identificó con la poesía de Rosalía de Castro, por representar muchas cosas para ella, empezando por su tierra de nacimiento, Galicia. Además de compartir con ellos su voz, Casal quiso que los espectadores participaran en una causa solidaria ofreciéndoles la compra de fotos -que las vendía a la entrada su compañero sentimental, Francisco Pérez Brian-, realizadas por Mariano Pozo, cuyos fondos van destinados al hospital Chalucuane, de Mozambique, para enfermos de sida, atendido por unas religiosas. La cantante gallega, por otra parte, presentó ayer en Barcelona, con su autora, la periodista catalana Magda Bonet, Mi memoria es agua (Ediciones B), un libro que desgrana anécdotas de la vida y la carrera musical de Luz y que descubre aspectos poco conocidos de la artista gallega. Con la colaboración de la propia cantante, esta biografía permite acercar a sus fans a una cantante que siempre se ha mostrado celosa de su intimidad y que se ha convertido en una referencia de la música española de las últimas décadas.-