Unos encapuchados lanzan artefactos contra una oficina de seguros en Getxo

Un segundo episodio de terrorismo callejero desde el "alto de fuego permanente" de ETA ensombreció anoche el proceso abierto hace un mes. Un día después del ataque a la ferretería de un concejal de UPN en Barañáin (Navarra), cuatro encapuchados lanzaron anoche artefactos incendiarios contra una sucursal de Mapfre en Getxo (Vizcaya). Horas antes, y ante 20.000 simpatizantes, José Luis Rodríguez Zapatero había advertido de que no cabe ningún tipo de violencia. El Gobierno reforzará las vías para verificar la tregua.

El nuevo capítulo de kale borroka se produjo a las 21.35. Con las caras tapadas, cuatro individuos arrojaron cócteles molotov contra una oficina de Mapfre en la plaza de Tellagorri de Algorta, en Getxo. Los artefactos no llegaron a prender fuego en la oficina.

Batasuna aún no había condenado anoche el rebrote de violencia callejera. Los agresores dejaron ayer octavillas que relacionan el ataque con la detención el martes de Ibon Meñika por tener bonos de financiación de ETA.

A media mañana, miles de personas animaron al presidente del Gobierno en el palacio Vistalegre de Madrid a que siga trabajando por el fin del terrorismo. Zapatero condenó el ataque de Barañáin y dijo que está convencido de que llegará el fin de ETA, aunque advirtió de que el proceso exigirá "tanta firmeza como generosidad, tanta unidad como lealtad y tanta valentía como prudencia".

Fuentes de La Moncloa señalaron que los nuevos casos de terrorismo callejero, aunque puedan ser aislados, han quebrado el nuevo periodo abierto tras la declaración de alto el fuego de ETA, y que, por tanto, el Ejecutivo se propone ser muy riguroso en la verificación del cese total de la violencia.