¿Cuotas? Sólo de mercado
Marieta del Rivero lleva en el mundo de las telecomunicaciones 15 años, pero peleando desde la arena, porque su especialidad es el marketing, el arte y el estudio de vender más y mejor que los competidores. En su trayectoria profesional ha tenido ocasión de estar en casi todos los sitios en los que se puede estar en la telefonía móvil, como Nefitel, Telefónica o Amena, e incluso hasta en Xfera, el cuarto operador fantasma que lleva prometiendo salir al mercado desde que le concedieron la licencia en 2000. Ahora, a sus 40 años, Del Rivero ha recalado en Nokia, el mayor fabricante mundial de telecomunicaciones, como consejera delegada de la filial española.
Casada, se confiesa admiradora de su "princesita" y de su "chicazo", sus dos hijos, una devoción familiar que intenta compatibilizar con su labor profesional. Tal vez por eso considera fundamental la conciliación familiar, ahora tan en boga, aunque precisa que es tan "importante para la mujer como para el hombre".
Del Rivero se muestra "absolutamente contraria" a las cuotas a la hora de ocupar puestos de responsabilidad, "porque lo importante es que las personas valgan para el cargo, no su sexo", y se pregunta por qué tiene que haber paridad y no, por ejemplo, un 90% de mujeres y un 10% de hombres, si se da el caso de que tengan más preparación las unas que los otros. Reconoce, no obstante, que en su tarea profesional se siente más "observada" por ser mujer.
Desde su anterior cargo de directora de marketing, que ocupó desde marzo de 2004, logró que más del 50% de los usuarios prefiriera la marca Nokia a la hora de comprar un móvil. También ha colaborado en que España sea la octava filial más importante de la firma finlandesa, saltando dos puestos en el último año, con una facturación cercana a los 1.000 millones de euros.
Pero no sólo va a tomar el timón de Nokia España. Como patrona de yate, le encanta navegar en velero, "trayectos cortos", aclara. Otra de sus aficiones es el esquí, que no le vendrá mal para los retiros que hace Nokia en Laponia para sus ejecutivos.
Cuando se le olvida el móvil, vuelve corriendo a casa porque confiesa que no puede vivir sin él, como el 99% de los usuarios, "afortunadamente para nuestro negocio". Piensa que el móvil del futuro (¿o del presente?) será, al mismo tiempo, una cámara de fotos, de vídeo, un reproductor de música, un ordenador personal..., y todo eso con un diseño bonito.
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