Un detective inmortal
EL DETECTIVE Adam Dalgliesh es un viejo compañero de P. D. James, un policía atípico al que la autora cedió los atributos que más aprecia en una persona: "Valentía sin excesiva fortaleza, generosidad de espíritu, inteligencia, reserva y discreción". "Quería que tuviera algún interés artístico. Pensé que le pegaba ser músico, pero yo no tengo suficiente conocimiento de música, así que le convertí en poeta. Me gusta la poesía y pienso que comprendo la imaginación poética", recuerda en una salita de su casa, decorada con piezas de porcelana y fotografías de su familia.
"Dalgliesh tiene una ventaja sobre mí, no envejece", ríe. Baronesa, bisabuela, pensionista
..., en agosto cumple 86 años y comienza a pensar en cómo despedirse de su más famoso personaje, protagonista de muchos libros y adaptaciones de televisión. "No voy a matarlo ni nada parecido. Ni siquiera voy a jubilarlo. Le dejaré ahí, en su mundo, enfrascado en sus investigaciones. Pero, desde luego, debería parar de escribir sobre él. A mi edad, no me puede quedar mucho más tiempo por delante".