Guipúzcoa exigirá un estudio de seguridad laboral a las contratas de conservación viaria

La Diputación de Guipúzcoa ha decidido reordenar el dispositivo de conservación integral de las principales carreteras del territorio, con el objetivo de mejorar la calidad del servicio, reforzar la disposición de medios e impulsar la especialización en las tareas. Pero también quiere velar por los operarios que llevarán a cabo estos trabajos, por lo que exigirá por primera vez a las empresas contratadas mediante concurso público que presenten un estudio de seguridad y salud laboral.

El nuevo esquema, que entrará en funcionamiento el 1 de julio, divide las tareas de conservación y seguridad vial en tres grandes zonas: DB (Donostialdea, Oarsoaldea y Bidasoaldea), GH (Tolosaldea y Goierri) y UD (cuencas del Deba y el Urola), en lugar de las dos existentes hasta ahora: Ekialdea y Mendebaldea.

El consejo de diputados aprobó el martes la salida a concurso del contrato de conservación de la zona DB, con un presupuesto de 15,1 millones y una vigencia de dos años. Esta zona incluye tramos de carreteras que, por su proximidad a San Sebastián, soportan elevadas densidades de tráfico. Es el caso de la variante donostiarra, la N-1 entre Irún y Andoain o la N-121 entre Irún y Endarlatsa. En unas semanas se licitarán las otras dos zonas.

Este primer contrato tiene como novedades la puesta en marcha de un centro de comunicaciones centralizado para toda Guipúzcoa, el mantenimiento de todas las instalaciones eléctricas, el refuerzo de los trabajos nocturnos y del servicio de atención a emergencias y la exigencia del estudio de seguridad, según explicó ayer el portavoz foral, Koldo Azkoitia.