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EMPRESAS

Apple cumple 30 años abrazándose a Windows

Cae otro muro: el que desde hace décadas impedía a las aplicaciones Windows funcionar en un equipo Macintosh. Desde el mismo momento en que Apple apostó por los procesadores Intel se hizo evidente que ambos mundos se iban a aproximar. Tras varios intentos con parches que circulan por Internet de programadores voluntariosos, Apple, coincidiendo con su 30 aniversario, ha sacado el software gratuito Boot Camp para que los Mac lleven también el sistema Windows XP.

Esta herramienta crea una partición en el disco duro del Mac, la formatea y ayuda a grabar en un CD virgen los controladores necesarios para que los distintos dispositivos del Mac funcionen en Windows. El proceso, realizado con ayuda de un asistente gráfico que ayuda paso a paso, culmina con la instalación de Windows XP a partir de un CD original.

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BOOTCAMP:

A partir de ahí, ambos sistemas operativos coexistirán en el Mac, aunque no estarán revueltos. Al poner el Mac en marcha, se podrá elegir con qué sistema se quiere trabajar, (Mac X o Windows XP) según las aplicaciones que en ese momento se necesiten, ahorrándose así el tener dos ordenadores. La falta de aplicaciones para Mac, especialmente en el campo de la gestión empresarial, CAD, juegos y software a medida, eran el mayor freno para su expansión.

Boot Camp, que ocupa 83 megabytes, está disponible desde el día 5 para su descarga como una versión de prueba. Requiere la versión 10.4.6 y superior de Mac OS X, y 10 gigabytes de espacio libre en disco. Cuando aparezca Leopard, el próximo sistema operativo de Apple, Boot Camp será otra de sus opciones.

Cuando empleen Windows, los usuarios de Mac quedarán expuestos a los mismos virus; sin embargo, esos virus se quedarán en la parte de disco duro dedicada a Windows, no contagiarán la parte de Mac.

Además, algunos dispositivos creados por Apple -como la cámara iSight y otros- podrían no funcionar correctamente en entornos Windows. Aunque algunas de estas pegas podrían quedar subsanadas cuando salga la versión definitiva de Boot Camp.

La idea de establecer puentes entre los sistemas operativos de Apple y de Microsoft no es nueva. Diversas compañías se arriesgaron a intentarlo con emuladores virtuales.

En 2003 Microsoft adquirió a Connectix el más conocido, VirtualPC, del que su fabricante afirmaba que lo utilizaban un millón de usuarios. Funciona, pero consume mucha capacidad de proceso y hace más lento el sistema, así que exige máquinas potentes.

Ahora Boot Camp le acaba de dar la puntilla. La nueva solución de Apple no emula sino que deja a Windows XP trabajar directamente sobre el chip de Intel para el que fue creado, como lo haría en un PC. En realidad, le ha adelantado la fecha de defunción ya que, al estar diseñado para los chips PowerPC, VirtualPC ya no podía jugar ningún papel en los equipos Mac con Intel.

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