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Reportaje:

Rooney debe un millón por deudas de juego

El joven delantero del Manchester United perdió el dineral en unas apuestas organizadas por el ex madridista Michael Owen

Wayne Rooney, delantero del Manchester United de 20 años, ha acumulado en los últimos cinco meses una deuda de juego de más de un millón de euros con la casa de apuestas privada Goldschip. Resulta que la empresa acreedora es en parte propiedad de Michael Owen, su pareja de ataque en la selección inglesa. Rooney, que gana 3,7 millones anuales, no está dispuesto a pagar. Al menos, no todo. Alega que parte de ese dinero no está registrado en ningún documento. Según algunas informaciones, Owen, ex jugador del Real Madrid ahora enrolado en el Newcastle, se encargó de organizar las apuestas durante una concentración y animó a participar a otros compañeros de selección, como Frank Lampard, Rio Ferdinand o John Terry.

Eriksson ya ha anunciado que iniciará un plan contra el juego entre los internacionales

El asunto, publicado con gran despliegue de mayúsculas y signos de exclamación en los diarios sensacionalistas ingleses el pasado sábado, no es nuevo. El propio Owen se vio envuelto hace poco en un proceso muy semejante. Varios técnicos extranjeros de la Premier, como el portugués Mourinho o el sueco Sven Goran Eriksson, ya han comentado su sorpresa por una situación muy frecuente. "Mi cultura es distinta, en Portugal los corredores de apuestas son ilegales", ha cometnado el técnico del Chelsea. Aunque Mourinho ha mostrado una cierta incredulidad por las cifras publicadas: "No puede ser que alguien que gana 1000 libras pierda 600 en el juego, no hay equilibrio".

Eriksson ya ha anunciado que iniciará un plan de choque entre los internacionales ingleses para concienciarles de lo nocivo del juego. Pero las apuestas, en el Reino Unido, no son una extravagante diversión de los deportistas de élite. En cada pueblo, en cada mínima agrupación de casas, hay al negocio de los premios. Se apuesta por todo.

Según una información del diario The Guardian, cerca de 27 municipios de Inglaterra se disputan la primera licencia para construir un gran casino al estilo de los de Las Vegas. El propio Iván Campo, jugador español del Bolton, ha comentado en muchas ocasiones su asombro ante las costumbres de los futbolistas de la Liga inglesa, que incluyen un extenso capítulo de esparcimientos después de los encuentros. El técnico del Manchester, el escocés Alex Ferguson, ha quitado importancia a las deudas de Rooney. "Todo es una tontería", dice, al tiempo que recuerda que esas cosas ya se comentaron de "Georges Best, Paul Gascoigne o David Beckham". Los dos primeros nombres citados por Ferguson, el fallecido irlandés Best y Paul Gascoigne, reconocieron su invencible alcoholismo y su pasión por las apuestas.

El portavoz de la Federación de Fútbol Inglesa, Adrian Bevington, se ha limitado a recordar la admonición de Eriksson y ha encogerse de hombros: "Si quieren apostar a los caballos o a las carreras de coches, nosotros no podemos hacer nada", comentó, aunque advirtió que lo que no tienen permitido es apostar en partidos de fútbol.

Uno de los representantes de Rooney ha negado que las relaciones entre Rooney y Owen se hayan deteriorado: "Siguen siendo buenos amigos. Todo eso de que hay tensiones es falso". Owen reconoció públicamente en su momento que ha afrontado deudas millonarias por su afición al juego.

Wayne Rooney, durante un entrenamiento.
Wayne Rooney, durante un entrenamiento.REUTERS

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