La Generalitat autoriza con condiciones el traslado a Aragón de las obras sacras

La Generalitat ha autorizado al obispo de Lleida, Francesc Xavier Ciuraneta, a disponer de las obras de arte sacro que desde hace más de 10 años reclama la diócesis aragonesa de Barbastro-Monzón, siempre que ello no signifique romper la unidad de las colecciones que se conservan en el Museo Diocesano y Comarcal. La consejera de Cultura, Caterina Mieras, hizo pública ayer la resolución administrativa sobre el futuro de las piezas, que no serán descatalogadas pero sí se permitirá su salida de Cataluña si se cumplen ciertos requisitos.

El dictamen establece que debe respetarse la unidad e integridad de la colección

Marcelino Iglesias se declaró convencido de que éste es "el final del litigio"

El presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, opinó que la decisión de la Generalitat es un "paso trascendental", que permitirá desbloquear el litigio. Por su parte, el obispo de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, aseguró que la iniciativa "facilitará" que el obispo de Lleida cumpla el decreto del Vaticano. Milián se refería al decreto de la Congregación de Obispos de Roma que obliga a Ciuraneta a entregar 113 obras a la diócesis aragonesa. En este sentido, el pasado 14 de octubre, el obispo de Lleida solicitó permiso a Cultura para disponer de las obras en disputa. Cultura inició entonces un expediente administrativo para descatalogar los bienes artísticos y solicitó diversos informes museológicos y jurídicos antes de emitir un dictamen definitivo. Éste, al que ha tenido acceso EL PAÍS, consta de 16 páginas e incluye alegaciones de instituciones como el Institut d'Estudis Catalans (IEC) y la Asociación de Museólogos de Cataluña. En él, el Departamento de Cultura estima que se mantienen los valores culturales e históricos que llevaron a catalogar la colección en 1999 y cree necesario garantizar su unidad.

La resolución adoptada autoriza a Ciuraneta, de forma parcial, a disponer de determinados bienes siempre y establece como principal condición que se respete la unidad e integridad de la colección mediante su gestión unitaria por parte de un órgano de carácter ejecutivo y decisorio en el que han de estar representadas todas las partes afectadas en este conflicto. Una vez esté garantizada la unidad de gestión de la colección, Cultura propone la creación de dos sedes museísticas, una en territorio catalán y otra en el aragonés. También insta a establecer fórmulas para la difusión conjunta de la colección, a estimular la creación de nuevos públicos, a editar un catálogo único del conjunto de las obras y a establecer una política conjunta de itinerancia de obras o exposiciones. Finalmente, plantea la necesidad de crear un patronato propositivo y consultivo integrado por todas las partes afectadas. Este organismo sería el encargado de impulsar todos los objetivos establecidos en la resolución de la Generalitat, contra la que se podrán interponer dos tipos de recurso, uno de reposición ante el Departamento de Cultura y otro contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Con prudente satisfacción se recibió en Aragón el anuncio de la Generalitat. Prudencia y también recelo porque a nadie se le escapa que caben recursos y que queda un largo camino hasta que las piezas estén en Barbastro-Monzón. El presidente de Aragón se reservó su opinión definitiva hasta estudiar el documento, pero se declaró convencido de que éste es "el final de un litigio que dura ya 10 años". Marcelino Iglesias estaba ayer pendiente de hablar con el titular de la diócesis de Barbastro-Monzón, que ya se había pronunciado por la mañana: "Mi primera evaluación es positiva porque facilita al obispo de Lleida cumplir con lo que la Congregación de los Obispos le había dicho y con lo que él me había dicho que haría cuando tuviese el permiso de la Generalitat, que sería entregar las piezas". El Gobierno aragonés insistió en que va a ponerse junto al obispo Milián y emitió un escueto comunicado en el que, además de reiterar "su apoyo total al obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón", anunció que "pone a disposición del obispo toda su voluntad y capacidad para acometer cualquier cosa que el Obispado precise y pueda acelerar el proceso de traslado de las piezas". La nota concluye: "La diócesis de Lleida no tiene ya impedimento alguno para dar cumplimiento a la sentencia y así llevar a cabo el traslado de las piezas de manera satisfactoria para todas las partes". Por su parte, el Obispado de Lleida rechazó pronunciarse oficialmente y remitió para ello al día 25 de abril, fecha en la que se celebrará una reunión del consorcio que gestiona el museo.