Osasuna resucita en Mendizorroza ante un flojo Alavés

Desde que El Sadar pasó a llamarse Reyno de Navarra, Osasuna bajó su rendimiento y sus resultados como local. Ayer, el Alavés le cedió amablemente Mendizorroza para que se sintiera a gusto. Pero no fueron solamente los jugadores vitorianos los que permitieron al equipo del sancionado Javier Aguirre jugar un partido cómodo, en las gradas la afición albiazul también se vio superada por la hinchada rojilla. Los navarros lograron dos goles en jugadas a balón parado al comienzo de cada parte, controlaron el partido sin excesivos apuros ante las esporádicas oportunidades albiazules y finalmente resistieron la rabiosa acometida final del Alavés que desperdició un penalti, le anularon un gol y se topó con el guardameta rojillo Elía y no pudo dar la vuelta al choque a pesar de jugar en superioridad numérica durante más de veinte minutos.

El equipo de Aguirre, a pesar de las declaraciones previas del técnico mexicano, salió a esperar a los de Piterman, con una defensa muy adelantada que los albiazules no supieron superar. En ataque Milosevic, Webo y sobre todo David López por la derecha, se bastaban para provocar el nerviosismo en la zaga albiazul. Precisamente una falta al borde del área alavesista botada por el jugador navarro provocó el error de Costanzo que no consiguió blocar el balón y Webo, atento, mandó el balón a la red. El Alavés espabiló un poco y se acercó con más asiduidad al área de Vallejo pero sin crear excesivo peligro. En la segunda parte se repitió la historia. Milosevic marcó al saque de una falta y el equipo gasteiztarra no tuvo más remedio que lanzarse al ataque.

Fruto de esa embestida, racial pero poco racional, llegó el penalti de Flaño que detuvo con la mano un disparo del recién incorporado Rubén Navarro pero el ex osasunista Aloisi falló la pena máxima. El Alavés mantuvo el asedio sobre la meta navarra, marcó por mediación de Blago, pero el gol fue anulado por fuera de juego. Elía se lució en tres paradas casi consecutivas y con el tiempo reglamentario cumplido Bodipo, en posición dudosa, marcó el gol albiazul. El equipo de Piterman llevaba cinco partidos consecutivos sin perder y cuatro sin encajar un gol. El descenso empezaba a verse más lejos pero la derrota devuelve al Alavés a la dura realidad. Osasuna, con los tres puntos cosechados, afianza la cuarta plaza y mantiene sus opciones de pelear por la segunda.