Discípulos de Rota debutan en la Triángulo con crítica social

La flamante compañía Candubo pone en práctica estos días en la sala Triángulo (Zurita, 20) todo lo que ha aprendido en la escuela de Cristina Rota. Los intérpretes, Mónica Torres y César Camino, han concebido el montaje Caretadecerdo como una sucesión de escenas cortas teñidas de una gran crítica social. "Son pequeñas historias que enlazan la realidad de nuestro presente con lo absurdo del ser humano", comentan estos discípulos de Rota (hasta el 29 de abril, de jueves a sábados, a las 22.30).

Pero los actores de Candubo no son los únicos que reflexionan sobre el escaso sentido de muchas actitudes sociales. La autora Angélica Lidell hace lo propio en el espectáculo Mi relación con la comida, que la compañía La República representa en el teatro Canto de la Cabra (San Gregorio, 8; hasta el 30 de abril). Es una videocreación con la que la directora, autora y actriz ganó el premio SGAE de teatro en 2004.

El mundo actual tampoco gusta a la compañía La Pajarita de Papel, que ha elegido las mentiras y atrocidades de Guantánamo para añadir a su ciclo de teatro político, en la sala La Puerta Estrecha (Cabeza, 14; hasta el 14 de mayo, de jueves a domingos, a las 21.00). "La obra está basada en entrevistas realizadas a cinco detenidos británicos que fueron liberados a finales de febrero de 2004; se hicieron intentos por conocer las opiniones de miembros del Ejecutivo británico y de portavoces de EE UU, pero ninguno estuvo dispuesto a ser entrevistado", adelantan los miembros de La Pajarita de Papel.

Cambaleo

Los actores de Cambaleo Teatro también están en plan reivindicativo con el espectáculo Al pie de la letra, que hoy y mañana (a las 21.00) escenifican en La Nave de Cambaleo (avenida de Loyola, 8; Aranjuez). "Desde una perspectiva muy cotidiana es un alegato contra el fundamentalismo capitalista y en contra de esa moral de quienes ante una hecatombe ven una oportunidad de negocio", definen los responsables de la sala.

La crítica, aunque a la sociedad del siglo XIX, está presente en la sala Ítaca (Canarias, 41) con el texto Larra: las máscaras y las palabras, una adaptación de algunos artículos periodísticos de este autor por parte del dramaturgo Pepe Ortega (hasta el día 20), mientras que los integrantes de la compañía Tirimbiqui muestran la dificultad de la tarea de dirección, en el espectáculo El director, en la sala El Montacargas (Antillón, 19; hasta el 9 de abril). Pantomima, técnicas de payaso y teatro gestual aliñan la historia del director de una orquesta y otro de cine que deben rodar una escena en una cantina de un western.

En el teatro Lagrada (Ercilla, 19), el montaje Ídolos rotos, de Mascarpone Teatro, rememora las vivencias de la escultora Camille Claudel y el bailarín ruso Vaslav Nijinsky (hasta el 23 de abril; de jueves a sábado, a las 21.00, y los domingos, a las 20.00).