El ex alcalde de Salteras González-Eiris, condenado a un año de prisión por maltrato habitual a su esposa

La Audiencia de Sevilla ha condenado a Carlos González-Eiris, ex alcalde socialista de Salteras, a un año de prisión, a pagar una indemnización de 3.000 euros y a no acercarse a menos de 500 metros de su esposa, Rosa Carmona, por un delito de violencia habitual ejercida sobre ella durante el matrimonio.

La Sección Cuarta entiende que, durante el juicio, no quedó acreditado que González-Eiris agrediera sexualmente a la mujer durante los casi 20 de años de convivencia del matrimonio.

Rosa Carmona se mostró ayer "tranquila y satisfecha" al conocer la noticia porque el "tribunal ha reconocido que la forma de relación habitual que utilizaba él era la violencia", según contó Amparo Díaz, la abogada de Carmona. "Su objetivo nunca fue que Carlos fuera muchos años a la cárcel sino que los jueces reconocieran la conducta abusiva que mantenía este individuo hacia mi cliente", explicó la letrada.

El fiscal solicitó dos calificaciones alternativas al final de la vista. En una de ellas pedía algo más de 11 años de cárcel por los delitos de violencia, amenazas y agresiones sexuales continuadas. En la otra un año y medio de prisión al entender que podría no haberse demostrado durante el juicio que la mujer era víctima de agresiones sexuales continuadas.

Amparo Díaz manifestó que sólo había tenido acceso al fallo del tribunal a través de su procurada, pero que no había recibido la notificación de la sentencia donde los magistrados argumentarán jurídicamente el fallo y hacen una narración de los hechos que consideran probados.

Rosa Carmona contó durante su interrogatorio que, cuando comunicó a su marido que iba a separarse, la cogió por el cuello y la amenazó con meterla en un psiquiátrico, dejarla en silla de ruedas y matarla. Llegó a decirle, según relató Carmona, que no podía consentir un "escándalo" para perder las elecciones (en referencia a las municipales de 2003).

El ex alcalde supuestamente encerró a su mujer con llave en la vivienda familiar la mañana en la que ella había avisado a un taxi para ingresar en una casa de acogida de la Junta.

Carlos González-Eiris está imputado en otro procedimiento por esa presunta detención ilegal y por haber ingresado a la mujer en un psiquiátrico en contra de la voluntad de la misma.