La capital sufre un gigantesco colapso tras el accidente de un autocar en la A-1

El accidente de un autocar de trabajadores de la empresa farmacéutica Lilly, ocurrido a las 8.15 en el kilómetro 11,800 de la carretera de Burgos (A-1) en dirección salida y que causó un muerto y 38 heridos, provocó un gigantesco colapso en toda la zona norte. La A-1 fue cortada al tráfico y el atasco se extendió a la M-40, la carretera de Colmenar (M-607) y la M-30. A las nueve de la mañana, el colapso era casi total en la mayoría de las vías importantes de la capital y sus accesos. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, hizo un llamamiento para que los madrileños no utilizaran el coche.

El accidente ocurrió a la altura de la llamada cuesta de los Dominicos, en la carretera de Burgos (A-1). Las primeras pesquisas apuntan a que el autocar, que circulaba por el carril derecho, volcó tras recibir un golpe de un camión que, a su vez, trataba de esquivar a otro vehículo.

Como consecuencia del siniestro, la Guardia Civil cortó los carriles centrales de salida de la A-1. Sólo permitió la circulación por la vía de servicio. El colapso se extendió entonces por toda la zona norte de la capital.

En la M-30 este, los vehículos se quedaron atascados entre los nudos norte y sur. También en la avenida de la Ilustración, hasta la avenida de Betanzos; y en el acceso a la M-40 desde la Castellana. En esta zona, los coches pasaron horas sin avanzar más de unos pocos centenares de metros.

El interior de la capital tampoco se salvó de los atascos, que se extendieron hacia el sur por el eje del paseo de la Castellana. Primero eran los coches que trataban de salir de la capital hacia el norte los que quedaron atrapados. Posteriormente, el tráfico también se vio afectado en las plazas de Castilla, Lima y Cuzco, y en vías aledañas como Mateo Inurria, avenida de Asturias, el tramo norte de Bravo Murillo, Sor Ángela de la Cruz y General Yagüe, entre otras. El aumento de intensidad del tráfico, incluso, alcanzó la plaza de Colón, a más de 10 kilómetros del accidente.

Sobre las diez de la mañana, prácticamente toda la zona norte de la capital y el eje de la Castellana era un enorme atasco. La situación llegó a tal punto que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, admitió que un "colapso severo" inundaba la capital e hizo un llamamiento para que los madrileños no cogiesen el automóvil. Pidió "comprensión" y "solidaridad". Pero pocos hicieron caso y el atasco se prolongó hasta pasado el mediodía. Hasta las 12.45 no quedó abierta de nuevo la A-1 al tráfico rodado.

Un portavoz del Ayuntamiento de Madrid admitió que la situación no empezó a normalizarse hasta el mediodía: "Ha sido como extender la hora punta una hora más. Si normalmente ésta termina sobre las diez de la mañana, hoy [por ayer] ha durado hasta más tarde de las once y ha sido más intensa de lo habitual".

"He salido de casa a las nueve de la mañana y llevo dos horas atascado en la avenida de la Ilustración. ¿Que el alcalde ha pedido comprensión? Supongo que estará de broma", se quejó una conductora.

A los hospitales del Ramón y Cajal y La Paz, ambos en la zona norte de la capital, tampoco se podía acceder con facilidad. "Me han avisado a las diez que mi madre estaba ingresada en urgencias. He cogido un taxi y me he tenido que bajar porque no llegaba", explicó Matías González en el hospital Ramón y Cajal, ya a la una de la tarde.

La avenida del Cardenal Herrera Oria presentaba un reguero de vehículos sin fin. Igual pasó en la avenida de la Ilustración. En ambas, los conductores no pararon de tocar la bocina.

"He tardado dos horas en ir de los túneles de El Pardo a la carretera de Colmenar. ¡Dos horas para hacer cinco o seis kilómetros!", protestaba un conductor poco antes del mediodía. "Ni los policías sabían qué hacer. Se acercaban y te decían que usaras una vía alternativa, pero ni ellos sabían indicarte cuáles estaban en condiciones", añadió.

Para intentar llegar a Alcobendas, muchos optaron por sustituir la opción de la carretera de Burgos por la carretera que une Fuencarral y Alcobendas. Esto atascó también la calle de Nuestra Señora de Valverde, en el antiguo pueblo de Fuencarral.