Del cochinillo a la fiesta
Dos lunas rotas en el autocar del Madrid, único borrón en un clásico menos tenso de lo habitual
El lío estuvo en las calles, a la llegada del autocar del Real Madrid, que terminó con dos lunas rotas producto de la lluvia de objetos que le lanzó un grupo cercano a los cincuenta aficionados radicales del Barcelona. Fueron los mismos que con su actitud provocaron dos cargas de los Mossos de Esquadra. La primera, en Travesera de Les Corts, casi dos horsas antes de que se iniciara el partido; la segunda, una hora mas tarde y en la calle Maternitat, donde se encendieron bengalas que terminaron por convertir en cenizas una palmera del jardín que da cobijo al hospital contiguo al Camp Nou. Pero dentro del campo, el clásico de ayer fue de los más tranquilos que se recuerdan. Tan tranquilo que a ratos incluso llegó a ser algo soso. A once puntos el Madrid, convencida la afición del Barcelona de que la Liga está ganada y vaciada de la ira que provocó últimamente a los culés ver a Figo en el Camp Nou vestido de blanco, el ambiente careció de la tensión de otras noches. Festiva antes que guerrera, la hinchada local compareció en escena llenando el campo con tal sentimiento de superioridad que ni siquiera habían saltado al campo los equipos y ya se coreaba lo de "Madrid, cabrón, saluda al campeón".
La afición se quejó más de los registros en las puertas a la llegada que de la actuación del árbitro, por ejemplo. Así lo hicieron saber en llamadas a emisoras de radio locales las personas a las que se requisó en las puertas octavillas de tamaño considerable con el lema Catalunya is not Spain. Repartidas por voluntarios de las Juventudes Nacionalistas de Catalunya en puntos estratégicos de camino al Camp Nou, eran destruidas por miembros de la empresa privada de seguridad contratada por el Barcelona, cuando las detectaban en los registros individualizados conforme iban accediendo al recinto del estadio del Camp Nou los asistentes al partido, a eso de las 20.00 h de la tarde..
"Nos parece un atentado contra la libertad de expresión de las personas, apelamos al club para que permita entrar al Camp Nou con ellas a las personas que deseen hacerlo", comentó Jordi Cuminal a RAC-1. "Del Barcelona no ha partido esa orden", dijo Albert Vicens, vicepresidente para relaciones institucionales del Barcelona, que fue asimismo tajante al censurar los lanzamintos de objetos contra el autocar que conducía a los jugadores del Madrid al estadio.
Nadie explicó los motivos que llevaron a los empleados de seguridad a cambiar su criterio en los registros, pero lo cierto es que sobre las 21.00 dejaron de requisarse las cartulinas. Una vez dentro, apenas se vieron. Tampoco la enorme pancarta, con el mismo lema, que en el partido contra el Chelsea el pasado 7 de marzo le costaron al Barcelona una multa de la UEFA. Lo que se vio por televisión en los más de cuarenta países que recibieron señal del clásico en directo fue un espectacular mosaico azulgrana, en el que se leía Sempre Barça.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.