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Reportaje:Fútbol | 31ª jornada de Liga

Dos no se pelean si dos no quieren

La disparidad de necesidades y objetivos del Betis y el Sevilla auguran el 'derby' menos emotivo de los últimos años

Los enfrentamientos entre el Betis y el Sevilla, el Sevilla y el Betis, son uno de los mitos preferidos en una ciudad célebre por alimentar sus mitos. La disputa deportiva tiene lugar desde hace prácticamente un siglo, a lo largo del cual se le han ido colgando anécdotas, recuerdos supuestamente épicos y hasta teorías sociales. Pero ni siquiera en la primavera de Sevilla se puede esquivar del todo la realidad. El Sevilla quiere encontrar en la Copa de la UEFA la grandeza que siempre ha creído merecer mientras que el Betis lucha para no irse a Segunda.

Una de las principales razones ha sido el compromiso europeo del Sevilla del pasado jueves. Los de Nervión disputaron el partido de ida de los cuartos de final de la Copa de la UEFA contra el Zenit de San Petersburgo (4-1) en el Sánchez Pizjuán. Directivos, cuerpo técnico, futbolistas y seguidores sevillistas ignoraron el derby por lo menos hasta la mañana del viernes. Desde que llegó a la presidencia del Sevilla, José María del Nido -ésta es su quinta temporada- ha mantenido un discurso de búsqueda de la grandeza. Hace ya semanas que la directiva sevillista decidió apostar por la Copa de la UEFA como atajo hacia el éxito.

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El curso pasado, el Sevilla dejó escapar la clasificación para disputar la Liga de Campeones en el último partido de Liga. Además, el lugar que tanto anhelaba lo ocupó el Betis, que fue campeón de Copa. Los tres puntos que se disputan esta noche tienen muchísima importancia para los de Nervión, que ocupan la quinta plaza de la clasificación y están a dos de los puestos que dan derecho a participar en la Champions. Pero el partido del próximo jueves en San Petersburgo parece pesar más que el derby. Esta vez, Del Nido prácticamente no ha hablado del enfrentamiento con el Betis ni de su presidente, Manuel Ruiz de Lopera, con el que llegó a cruzarse insultos en distintos medios en las vísperas de este enfrentamiento el pasado año.

Por su parte, el propietario del Betis ni siquiera estará en el palco del estadio que lleva su nombre. Mientras que el pasado año quiso prohibir que Del Nido se sentara en él, ahora no pone pegas a la presencia de seis directivos sevillistas en el mismo mientras que él verá el partido por televisión, según aseguró el martes, para cumplir una promesa "a Dios" tras las críticas en clave de guasa durante el último partido de la liguilla de Liga de Campeones, en diciembre. Ni uno ni otro se han buscado y no se han encontrado.

El único incidente hasta el momento ha sido la rotura de cristales y manchas de pintura roja en el exterior del Ruiz de Lopera. Supuestamente, los aficionados radicales sevillistas protestaron de ese modo por los 75 euros que cuestan sus entradas. Los ultras sevillistas no acudirán al estadio verdiblanco. Hace pocos años, el Betis ni siquiera puso entradas a la venta,

Tampoco se han vivido los duelos entre Llorenç Serra Ferrer y Joaquín Caparrós. El entrenador verdiblanco ha concentrado a sus jugadores en Jerez desde el miércoles, mientras que el técnico sevillista y ex bético Juande Ramos lo más fuerte que ha dicho es que se trata de un partido "especial". Pero parece que lo que va a ser es uno normal.

El sevillista Maresca y el bético Rivera, en el partido de la primera vuelta.
El sevillista Maresca y el bético Rivera, en el partido de la primera vuelta.GARCÍA CORDERO

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