Rosario mezcla rumba, flamenco y 'swing' en 'Contigo me voy'
Los cantantes Antonio Vega y Amparanoia colaboran en el nuevo disco
La mirada de un niño hambriento, la maternidad, la madurez y las emociones que ha ido sintiendo en los últimos años se esconden y emergen de las letras y los sonidos de Contigo me voy (Sony & BMG), el nuevo disco de Rosario Flores que presentó ayer en Madrid. "Las 11 canciones reflejan muy bien todo lo que he sentido en los dos últimos años, y en cada una de ellas he utilizado ritmos diferentes porque era lo que me salía de dentro". Habla de esos ritmos que ha utilizado en Contigo me voy, que van desde "la rumbita muy flamenquita al swing tumbao gitanito y la buena onda latina. Son los sonidos de los que me he ido empapando a lo largo de estos años y con los que me siento muy cómoda".
Con este nuevo trabajo, el octavo en su discografía, Rosario Flores (Madrid, 1963) dice sentirse cómoda: "Creo que ya ha llegado el momento en que disfrute de la música, que saque de mí todo lo que llevo dentro. He pasado buenos y malos momentos, ya tengo dos hijos y me siento feliz. Estoy en ese punto en el que lo que me apetece es cantar y bailar".
La cantante ha contado con la colaboración, entre otros, de Antonio Vega y Amparanoia. Antonio Vega, que grabó con ella el tema En el mismo lugar, se encargó también de ayudarla "a cerrarlo, porque tenía mucha letra y estaba muy descolocada. Ha aportado la maestría de un genio. Ha sido un orgullo que cantara una de mis canciones", explicó. De la colaboración con Amparanoia dice que necesitaba para El beso una voz alegre y con swing.
Rosario incluye en este disco una canción, Cayetano, dedicada al cantante Caetano Veloso, compuesta por el guitarrista Juan Maya. "Tuvimos un disgusto tras la desaparición de una guitarra que nos prestó, y aunque le compramos una nueva y le enviamos otra desde España, tenía una deuda pendiente. Esta canción la interpreto con mucho respeto y cariño".
Una parte importante del disco fue compuesta durante el embarazo de su segundo hijo, y de ahí surgió A flor de piel, canción que le dedica a su retoño. Su familia sigue muy presente a la hora de crear, y por ello dice que, pensando en su padre, Antonio González, El Pescaílla, escribió La rumba del bongó. "He ido escribiendo y componiendo a golpe de corazón", sentencia la cantante.-
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