La izquierda y los nacionalistas rechazan el nuevo texto

La satisfacción por la aprobación del nuevo Estatut d'Autonomia que mostraban ayer en las Cortes Valencianas los diputados y dirigentes del PP y del PSPV contrastaba, por un lado, con la frialdad de los representantes de la izquierda social y política valenciana, que reiteraron sus críticas a un texto que consideran "precipitado", "insuficiente", "antiguo" y, por otro, con la contrariedad de las formaciones regionalistas, que critican sobre todo el hecho de que el texto incorpore la "catalanista" Acadèmia Valenciana de la Llengua como una institución más de la Generalitat.

Tras la votación final de la reforma estatutaria y de la consumación de lo que calificó como el "pacto de la vergüenza" entre populares y socialistas, el secretario general del Bloc Nacionalista Valencià, Enric Morera, afirmó que este Estatut "nace castrado de competencias, no tiene visión histórica" y además incluye la cláusula Camps, que, en su opinión, "refleja la impotencia de las dos formaciones que han impulsado el pacto estatutario -mejor dicho, sus delegaciones en el País Valenciano- para hacerse valer en la política española". Para Morera, este Estatut es "una oportunidad perdida" por lo que se refiere a competencias, y un "fraude democrático" puesto que no soluciona ninguno de los déficit democráticos que arrastraba el texto aprobado en 1982.

Mientras, la plataforma Compromís per l'Estatut, que aglutina a partidos, sindicatos y colectivos que con el lema un altre Estatut és posible reivindicaban un texto más avanzado y valiente, se reafirmó también en su crítica y señaló que es fruto de "un pacto por la subordinación del País Valenciano al centralismo, por la desarticulación de nuestra cultura, nuestra economía, nuestros derechos sociales y nuestra identidad". Compromís per l'Estatut ha hecho un llamamiento a los valencianos para manifestarse en contra del nuevo texto el próximo 6 de mayo en Valencia para mostrar el rechazo al Estatut "de la vergüenza".

En el polo opuesto se sitúan las formaciones regionalistas. Unión Valenciana lamentó el "seguidismo a las directrices de Madrid" con el que PP y PSOE han obrado para la reforma del Estatut, que definió como "un proyecto de mínimos, que pronto quedará obsoleto" y que "deja a los valencianos en la cola del resto de autonomías cuyos textos son más modernos y avanzados". El presidente de UV, Joaquín Ballester, manifestó que este Estatut "no representa el futuro, sino el pasado". Por su lado la ultraderechista Coalición Valenciana también criticó el nuevo texto por "oficializar" la Acadèmia Valenciana de la Llengua.