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Entrevista:GEMMA PIQUÉ | Presidenta de la Federación de APAS de Valencia

"Éste es un mundo de pactos, y habrá que pactar la nueva ley"

Pregunta. ¿Cuáles son las prioridades al asumir la presidencia?

Respuesta. Lo primero es coger la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) y negociar cómo se va a desarrollar a nivel autonómico. Un modelo de ley como esta tan descentralizada deja mucho margen para negociar desde la gestión de los centros, el modelo pedagógico, la atención a la diversidad, la formación individualizada para que cada alumno aprenda a su ritmo, la gestión de la matrícula para evitar que la escuela pública se convierta en un gueto... Pero, además, no podemos no darnos tiempo para consensuar las bases mínimas de la formación integral diaria que queremos que reciba un crío que está creciendo. El futuro de este país se juega en la educación.

"Se aprueban PAI Y campos de golf. Muy bonito. Y, ¿la escuela y el ambulatorio?"

P. Los expertos sostienen que el problema no está ya en el aula: si el aula no se abre a la sociedad, no se resolverán los problemas de convivencia y rendimiento.

R. Por eso nuestra prioridad es conseguir que la forma de educar en la familia y en la escuela coincidan. Si conseguimos unirlos, funcionará. Si entre todos consensuamos unos valores básicos educativos capaces de desarrollarlos tanto en la escuela, como en casa, como en el ambiente del barrio, funcionará. No podemos seguir hablando sólo de matemáticas, o lengua. Hay que profundizar en la formación que debe recibir una persona para llegar a ser un ciudadano. Si estamos de acuerdo en esto -las tres patas de la educación-, funcionará. Porque, en lo otro, la parte curricular, pues si un niño tiene problemas para leer, habrá que dedicarle más horas para que lea...

P. Todo eso supone dinero.

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R. Evidente. Pero es que ahora los recursos son insuficientes. Los profesores no dan abasto y se están rompiendo los cuernos para hacer tutorías, aunque no les toque lectivamente, montando grupos de delegados de alumnos para que hablen, grupos de padres con problemas para educar. Lo están haciendo y con muchas dificultades. Y los niños, por su parte, están desde las ocho de la mañana -y desde las siete los que tienen que hacer varios kilómetros para llegar a su instituto- pasándose ocho horas, sin comer en algunos casos, y hacer luego los deb

eres. Todo eso con una mochila de 20 kilos arriba y abajo. Los estamos machacando... Hay que buscar alternativas, ponernos de acuerdo y plasmarlas en el desarrollo normativo de la ley... Casi "obligarlo", no dejar al azar lo que es clave en la formación.

P. El punto de partida es complejo: la tasa de abandono escolar en secundaria en esta Comunidad ya es del 32% y un 37% de la población activa no tiene estudios primarios. El problema es estructural. Sin coordinación entre las tres administraciones, será difícil reformar el sistema ¿no?

R. La educación es el puntal para hacer personas dignas y, a la vez, cualificadas como ciudadanos. Si no nos ponemos todos de acuerdo en este punto para adoptarlo como el primero de la agenda, estamos haciéndolo mal. Muy mal. ¿Qué clase de ciudadanos tendremos? Si uno no está preparado para ser persona, ¿qué clase de trabajador, padre o compañero será? Luego hablamos de violencia doméstica, escolar...

P. Este modelo requiere al menos de tres instrumentos: nuevas tecnologías, más bibliotecas y más deporte escolar. Asignaturas todas deficitarias aquí.

R. Sí. Y de un cambio de horarios. ¿Por qué un aula de informática sólo puede estar abierta dentro del horario lectivo? ¿Por qué un niño de su escuela pública no puede acceder a al aula fuera del horario de clase para hacer un trabajo de grupo? ¿Por qué las bibliotecas no pueden estar abiertas después de las cinco de la tarde o en horas de recreo? No cuesta tanto hacer que los niños tengan gusto por leer en sus horas de recreo o estudiar con sus compañeros. Habrá que poner los medios que hagan falta.

P. Y algo más. ¿Quién paga la contratación del educador, la limpieza o el mantenimiento de las instalaciones?

R. Claro. Pero, precisamente, por eso la LOE lo que dice es vamos a pactar la financiación que gestionarán las autonomías según sus propias necesidades. Y eso estamos reclamando: queremos participar de ese diseño para que realmente se invierta en educación.

P. ¿Cómo está el mapa valenciano en este momento?

R. No podemos tener las escuelas al límite de la saturación. Estamos construyendo centros con el Plan de 1997, y la matriculación en 2006 no es la misma. No digo que no se construya. Pero, ¿a qué ritmo? Hay que pensar a futuro. Estamos aprobando Programas de Acción Integrada (PAI) del suelo todos los días, campos de golf... Bien. Muy bonito. Pero, ¿y la escuela y el ambulatorio, dónde están? Lo primero en la planificación urbanística deberían de ser esto: la previsión de los servicios públicos básicos, y alrededor de ellos, las edificaciones. La gente quiere vivir y comprar un piso donde haya una escuela y un ambulatorio.

P. ¿Aún cree posible un pacto autonómico en educación?

R. Claro, estos son los pactos que hay que hacer. Si no se construyen escuelas, no se crean espacios nuevos edificables con servicios públicos, si hay más alumnos y se masifican las aulas, sin previsión ni recursos ni personal... Si se estira tanto de la cuerda, se rompe. Y si se rompe, se ha roto. No se puede continuar así, porque se está provocando que la cuerda se rompa. Sé que es difícil: pero estamos en un mundo de pactos, y en un mundo diferente que cambia cada segundo, y habrá que pactar la nueva ley. Pactar, pactar, consensuar. Ese será nuestro trabajo.

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