El buen cartel de Tzipi Livni

El jefe del Gobierno en funciones, Ehud Olmert, designó el jueves a la responsable de la diplomacia israelí, Tzipi Livni, de 47 años, como viceprimera ministra si Kadima triunfa con holgura en las elecciones. Hay temor al ligero descenso que registra el partido fundado por Ariel Sharon, a pesar del reciente asalto a la prisión palestina de Jericó para detener al presunto instigador del asesinato de un ministro israelí.

Olmert demostró que es capaz de emular a Sharon. Pero sufre para mantener el orden en sus filas. Si Kadima cae por debajo de 35 escaños de los 120 de la Kneset, el Parlamento israelí, las negociaciones con los laboristas y otros partidos podrían ser un obstáculo en la carrera de esta hija de un emigrante polaco. Kadima ya ha bajado a 37, cuando en su cenit alcanzó 44. El cartel de Livni, madre de dos hijos, es difícilmente mejorable. No dudó un instante, a diferencia de Simón Peres y del titular de Defensa, Saul Mofaz, en unirse al partido de Sharon. Y su condición de ex agente del Mosad contribuye a su buena imagen.

En una sociedad en la que florecen los casos de corrupción, su expediente está limpio. En 2004 recibió el premio a la calidad de su gestión.