_
_
_
_
Reportaje:Fútbol 30ª jornada de Liga

López Caro no hace amigos

En el último mes, el técnico del Madrid ha cuestionado a Ronaldo, Raúl, Beckham, Robinho, Cicinho y Helguera

Han pasado 57 días desde que al Real Madrid se le agotó el combustible. Aquella derrota histórica (6-1) en La Romareda dejó al equipo aturdido y activó en Juan Ramón López Caro un irrefrenable fervor por la experimentación. El técnico dice que lo alienta "la luz de Dios" y unos "criterios de producción" que todavía no ha precisado. La consecuencia fue que en los ocho partidos que siguieron designó jugadores al mismo ritmo que los sacrificó. No sólo no hizo dos veces la misma alineación: tampoco repitió nunca ni la línea de ataque ni la defensa. Esta tarde, para recibir al Deportivo (19.00, PPV), a López Caro le quedarán pocos jugadores a los que no haya acusado implícitamente de algo en algún partido. Como las relaciones humanas suelen regirse por la ley de la reciprocidad, los futbolistas también le han ido restando confianza.

Desde la derrota en Mallorca, en la Liga López Caro ha formado cinco líneas de defensa: ninguna es igual a la otra. A las cinco líneas de ataque les ha pasado lo mismo: son ejemplares únicos. Contra el Mallorca, el Atlético, el Valencia, el Betis y el Zaragoza, el Madrid ha opuesto un calidoscopio. No se puede acusar a López Caro de no repartir minutos en la plantilla. Su problema es que, salvo Guti, Gravesen y Casillas, los demás jugadores se sienten defraudados. Ven en él a un individuo aferrado a misteriosas convicciones cuando no atenazado por el respeto al rival. "¡Somos el Madrid!", proclama un veterano, que considera que no hay que organizar todo alrededor de la táctica del adversario.

En su carrusel de cambios el entrenador no ha hecho amigos. Como López Caro confía más en su ideal de plantilla que en los jugadores que tiene, sus medidas lo han llevado a mandar señales contradictorias a muchos de los futbolistas en los que tarde o temprano debe apoyarse. Empezó por eliminar a Helguera y Pavón de sus planes, tras la goleada en La Romareda. Siguió con medio equipo.

Ante la necesidad de un central, López Caro puso su fe en Mejía. Pero no le duró más de un partido: tras el gol de Henry en el Bernabéu quitó a Mejía y llamó a Bravo. Junto a Bravo invocó los nombres de Raúl y Salgado, que habían permanecido de baja por sendas lesiones. De paso, sacrificó a Ronaldo, Robinho y Cicinho. Así se presentó en el derby, que el Madrid ganó gracias a un gol del inesperado Cassano. Que Cassano fuese titular y que respondiera con creces no tuvo consecuencias inmediatas. Al siguiente partido fue al banquillo. Y volvió Ronaldo, pero sólo durante 90 minutos. Tras pasar por Highbury la estrategia de López Caro volvió a torcerse. En Mestalla reaparecieron Baptista y Cicinho. Pero no por mucho. La culpa fue del Betis en una jornada de castigo para Beckham, que lo vio calentando en la banda. Nada muy riguroso. El sacrificado de verdad fue Raúl, que, tras ser sustituido por Ronaldo, se siente innecesariamente maltratado. El capitán no ha vuelto a ser titular. Bravo tampoco. Ronaldo ha regresado al primer plano. Y con Ronaldo los antes amenazados Cicinho y Robinho se consolidan de nuevo.

Hoy contra el Deportivo lo extraordinario sería que López Caro repitiese alguna de las líneas del equipo que jugó la última vez. Mientras tanto, el Madrid suma tres goles en cinco partidos. Su peor registro anotador en muchos años. Algo que, sin embargo, no preocupa demasiado al entrenador, seguro como volvió de la última jornada en Zaragoza de que su equipo hace "partidos serios" o, como dijo en Mestalla, da "espectáculo". Ante estas palabras, sus incrédulos jugadores arquean las cejas o menean la cabeza en señal de incomprensión. A la hora de opinar del equipo el técnico también está solo.

López Caro da instrucciones a Ronaldo durante un entrenamiento
López Caro da instrucciones a Ronaldo durante un entrenamientoEFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_