Terra Mítica abrió ayer con 218 millones de deuda y sin plan de viabilidad

El buque insignia de la política turística de la Generalitat continúa en dique seco. El parque Terra Mítica de Benidorm inició ayer su séptima temporada en suspesión de pagos por una deuda de 218 millones de euros que reclaman 500 acreedores, pérdidas acumuladas de 120 millones y sin que los accionistas mayoritarios (Consell, CAM y Bancaja) hayan cerrado un plan de viabilidad económica.

La paupérrima salud de las finanzas de Terra Mítica quedó al desnudo en mayo de 2004 cuando la dirección presentó un expediente de suspensión de pagos para sortear el cese de la actividad del complejo, inaugurado en julio de 1999. El parque presentó un pasivo exigible de 218 millones de euros y una deuda acumulada de 71 millones. En 2004, la empresa perdió 35 millones y en 2005, entre 12 y 14.

La lucha interna del PP condiciona la postura del Consell sobre el futuro del parque

El expediente no se ha cerrado, en espera de obtener liquidez para saldar la deuda. El parque ha apostado por la recalificación de parte de su reserva de suelo para uso residencial y hotelero como fórmula para rellenar sus arcas. El Consell apoya la iniciativa y el Ayuntamiento de Benidorm la rechaza.

El informe de los interventores judiciales designados por el Juzgado número 5 de Benidorm echa por tierra la profesionalidad de los gestores. Los interventores resaltan primero un desfase de 177 millones del coste del complejo, presupuestado en 270 millones, pero que finalmente se elevó a los 377. Los expertos concluyen que la "viciada" gestión económica del parque abocó a la empresa a la suspensión de pagos. Entre los "errores de cálculo" cometidos por los ejecutivos de Terra Mítica, los interventores resaltan el pago de servicios (tratamiento de aguas, jardinería y espectáculos, entre otros) de hasta un 85% por encima de lo prudente de acuerdo a su estado económico. El dictamen, por último, subraya las "generosas" proyecciones al inicio de cada ejercicio en cuanto a ingresos y gastos previstos. Así en 2003, el presupuesto inicial de ingresos era de 102 millones de euros, pero la recaudación final se quedó en 38.

La gestión del parque también ha llegado a los tribunales. La Fiscalía ha imputado a 24 personas por falsificación de facturas. El juzgado ha decretado la nulidad provisional de las actuaciones hasta subsanar un error de la Agencia Tributaria.

El calamitoso cuadro financiero del parque no ha sido acicate suficiente para que los tres socios mayoritarios aprueben en plan de viabilidad. La CAM y Bancaja, con el 20% de acciones respectivamente, están a la expectativa de la decisión del Consell, con idéntico porcentaje de acciones. En las dudas del Consell subyace la pelea del PP, entre campistas y zaplanistas. Terra Mítica fue una apuesta del líder de estos último, Eduardo Zaplana. Sus correligionarios de Alicante presionan, hasta ahora sin éxito, al Consell de Francisco Camps, para que aporte una solución.

Terra Mítica abrió ayer sus puertas al público con el inconcreto compromiso del Consell, la CAM y Bancaja de una inyección económica de socorro que permita la actividad a corto plazo del complejo. El parque intenta contrarrestar esta incertidumbre económica con nuevos espectáculos, una sala de cine infantil y los últimos juegos interactivos.