El silencio, lujo de la noche
VALLE DE IZAS, calma para esquiadores y senderistas en Sallent de Gállego
Desde el exterior, la casa promete. Flanquea un tramo pintoresco de la vía principal de Sallent de Gállego, en el valle de Tena. Su fachada de piedra cumple la regla canónica del ruralismo arquitectónico vigente, como no podía ser de otro modo en un enclave que resucita gracias al look turístico. Celo en ello le ha puesto su propietario, José Manuel Fernández.
Nada de puertas adentro revela que estemos en un hotel de montaña. Limitada por los moldes del antiguo hostal Mediodía, sobre el cual ha nacido el nuevo Valle de Izas, la morfología interior no enamora en los detalles constructivos, ni sigue un orden en la distribución de los espacios, ni mejora la estructura primitiva del edificio con innovaciones vistas ya en otros hoteles de su entorno. Un vestíbulo estrecho y devorado por los huecos de la escalera anticipa el estilo urbano y con pretensiones de la decoración en las zonas comunes. El salón-bar aúlla con la tele casi siempre encendida. Una estantería de libros decorativos se interpone entre los taburetes y las mesas, donde se sirve un desayuno insulso.
VALLE DE IZAS
Categoría oficial: 3 estrellas. Dirección: ctra. de Francia, 26. 22640 Sallent de Gállego (Huesca). Teléfono 974 48 85 08. Fax: 974 48 81 71. Internet: www.hotelvalledeizas.com. Instalaciones: garaje, gimnasio, sauna, salón de estar, comedor, armario guardaesquís. Habitaciones: 13 dobles, 3 júnior 'suites'; todas con calefacción, radio, DVD, conexión ADSL, TV satélite, secador de pelo. Precios: temporada alta, 110 euros; temporada baja, 100 euros; desayuno, gimnasio, baño turco, sauna y 7% IVA incluido. Tarjetas: Mastercard, Visa.
Arquitectura ... 6
Decoración ... 4
Estado de conservación ... 9
Confortabilidad habitaciones ... 6
Aseos ... 6
Ambiente ... 5
Desayuno ... 3
Atención ... 9
Tranquilidad ... 7
Instalaciones ... 6
Mejor catadura se observa en los dormitorios, bien caldeados en invierno y repletos de detalles de acogida, unos agradables (lechos amplios y mullidos, sábanas de algodón suave, galán de noche) y otros no tanto como deberían (acabados deficientes, notas de papel pegadas a la puerta, cosméticos de andar por casa, lámparas de bajo consumo pobres en luz). Cuatro de ellos se comunican de dos en dos, lo que resulta ideal para familias con niños o grupos de amigos con idea de pasar el día entero en la montaña. Todos acreditan una amplitud atípica en estos hoteles invernales -el 301, por ejemplo, se ofrece como individual con una cama de 1,35 metros-. Aunque el encanto de las buhardillas supera en agasajo y decoración lo visto hasta ahora en otras dependencias del hotel. La mitad tiene bañera, y la mitad, hidrosauna. El silencio es un lujo de noche. Igual que la calefacción bajo cubierta, tan importante en un hotel de montaña cuando el mercurio baja.
ALREDEDORES
LA CALLE en que se encuentra el hotel tiene salida directa a un sendero que asciende la montaña hacia el ibón de Respomuso, una interesante excursión a pie para todo el mundo. Mientras los amantes del esquí pueden aún disfrutar de los últimos días de nieve en las estaciones próximas de Formigal y Panticosa-Los Lagos, la primavera abre las puertas del campo al senderismo, el ciclismo de montaña o al descenso de barranco, algunos tan atractivos por su dificultad como el vecino del Gorgol. Sobre las aguas del embalse de Lanuza, orillano a Sallent de Gállego, se celebra durante el mes de julio el festival de músicas del mundo Pirineos Sur. El valle de Tena está constituido por pueblos encantadores que jalonan el río Gallego hasta Sabiñánigo: Escarrilla, Tramacastilla, Biescas, Panticosa, Sandiniés y Gavín.
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