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Reportaje:

De Arconada a Bakero

La Real Sociedad, en puesto de descenso, destituye a su segundo entrenador del curso y confía ahora en el que era su director deportivo

La Real tiró ayer de los viejos manuales y decidió destituir a Gonzalo Arconada, su segundo entrenador de la temporada, tras la derrota ante Osasuna que ha metido al equipo en los puestos de descenso. Arconada sólo ha durado ocho encuentros al frente de la Real, en los que ha sumado seis puntos, y deja su puesto a José María Bakero, hasta ahora director deportivo del equipo donostiarra. La experiencia de Bakero se limita a haber entrenado al Málaga B de enero a junio la pasada campaña. La Real reproduce así la situación que ya vivió en la temporada 2000-2001 cuando tuvo tres entrenadores (Javier Clemente, Periko Alonso y John Toshack) y acabó salvándose in extremis de un descenso que parecía anunciado. La Real inició la temporada con José María Amorrortu, destituido en la jornada 21 y sustituido por Gonzalo Arconada (hermano del ex guardameta internacional Luis María), procedente del equipo filial, y que a su vez ha sido sustituido en la jornada 29 por José María Bakero, ex realista y ex barcelonista.

Arconada se despidió absolutamente hundido, "decepcionado y con un sentimiento de fracaso", según dijo ayer, lo que incluso le hace pensar en renunciar al fútbol profesional. "Me ha tocado vivirlo así, ha sido duro y desagradable pero las cosas son como son", afirmó. Según el presidente, Miguel Fuentes, la causa ha sido la de siempre, "los resultados", y se ha buscado "un punto de inflexión", porque "no hay margen para más errores". En la actual situación de la Real, atribulada deportiva y económicamente, no había margen para ningún fichaje. Bakero, con escasísima experiencia en el banquillo, será la última bala de la Real para evitar el descenso.

Fuentes negó ayer que el club "esté en descomposición", aunque reconoció que los problemas de los últimos años no son por causalidad. Ahora mismo el club donostiarra está en un proceso de ampliación de capital en el que los accionistas están respondiendo con demasiada timidez. Cuando se anunció, Fuentes reconoció que era la última tabla de salvación para evitar la desaparición del club, en quiebra técnica tras los últimos resultados económicos. Ahora se juega lo deportivo, en nueve finales, ya sin capacidad de respuesta. La Real lo intentó como siempre en diciembre reforzando el equipo con tres futbolistas. El esloveno Stevanovic no ha aportado nada al equipo. El colombiano Viáfara le da solidez, pero no es resolutivo y el danés Skoubo se ha quedado en nada tras un comienzo ilusionante. Ya no le quedan más opciones.

Bakero, ayer en el entrenamiento de la Real.
Bakero, ayer en el entrenamiento de la Real.JAVIER HERNÁNDEZ

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