"Mis personajes me ayudan a conocerme"
Pilar López de Ayala (Madrid, 1978) puede tener pocos, algunos o muchos defectos, pero ayer demostró de sobra que entre ellos no se encuentra la falta de profesionalidad. Pese a que estaba aquejada de una fuerte gripe que le hacía tiritar y acentuaba su frágil aspecto, la actriz acudió a Málaga a la presentación mundial de su última película, Bienvenido a casa, de David Trueba. Y no sólo eso. Durante casi dos horas, a la hora de comer, atendió a los medios de comunicación sin perder la amabilidad ni un instante. Virtudes de los antibióticos que guardaba en su bolso naranja y de la madurez de una actriz que tiene claro que en la industria del cine su trabajo no acaba cuando el director dice "corten".
"Tengo varios guiones que me gustan en mi mesilla. Si coordino las fechas no voy a parar"
Pregunta. En Historias del Kronen (1995) usted no entró en el reparto porque era demasiado mayor, y en Silencio roto (2001), no le contrataron porque era demasiado joven...
Respuesta. Eso dice Montxo [Armendáriz, director de ambas películas]...
P. ¿Por fin una película en la que se puede ver reflejada generacionalmente?
R. Hombre, también hice el personaje de Rocío en Besos para todos, de Jaime Chavarri, que era un personaje también de mi edad. Pero creo que tienes razon, tal vez sea el personaje más actual y con el que me siento más identificada, no sólo yo, sino cualquiera de mi generación. Con otros personajes que he interpretado no me identifico en absoluto, ha sido un trabajo más de lejanía, y curiosamente, los personajes que más cerca tienes son los que más complicaciones te dan a la hora de preparar.
P. ¿Después de Juana la Loca y Obaba como ha preparado este personaje?
R. La preparación es muy diferente porque no tienes muchos asideros históricos ni literarios. Y ha sido un poco difícil porque el personaje planteaba muchos caminos y posibilidades diferentes, aunque por suerte David ha estado muy abierto a todas ellas. Ha sido un trabajo de ir descubriendo poco a poco. Es más complicado interpretar un personaje que se puede trabajar de mil maneras y concretarlo en la frase que te toca decir.
P. ¿Qué le ha aportado este personaje de Eva?
R. Todos los personajes me ofrecen muchas cosas, aunque me gusta verlo como un intercambio. Yo me implico del todo en trabajar en ellos y en encontrarlos, y ellos me ayudan a conocerme y a entender la vida.
P. ¿Qué le ha enseñado David Trueba como director?
R. Su forma de trabajar, ligera y que parece no pretender un resultado determinado, ayuda mucho. Una ya se exige como para que luego el director sea muy duro. David es exigente pero de otra manera, no presiona a los actores. Ha sido una muy buena experiencia.
P. Después de dedicar todo lo que va de siglo al drama ¿Cómo sienta volver a la comedia?
R. En este caso muy bien, porque es una película entretenida y divertida, y al tiempo inteligente. Reunir todos esos ingredientes no es fácil. Aunque mi personaje es un poco el contrapunto dramático, y tiene una carga emocional muy fuerte. Además Eva es muy compleja y cuando habla está diciendo muchas cosas a la vez. Ha sido todo un reto.
P. ¿Qué recuerda con más cariño y con menos del rodaje?
R. Los mejores momentos, lo digo siempre, es cuando oigo "acción", es un momento que disfruto al máximo. Y los peores no lo sé. Siempre tratas de hacer buenos los malos momentos, y en este caso David ayuda mucho a eso, porque es muy positivo y te contagias de su carácter y su manera de hacer. Ha sido un rodaje relajado, sin grandes madrugones. He tenido la sensación como de que no iba a trabajar. Además, tenía muchas ganas de trabajar con actores como Ariadna Gil, Juan Echanove o Jorge Sanz, a los que siempre he visto en la pantalla.
P. ¿Tiene algún guión esperándole en la mesilla de noche?
R. La verdad es que no te puedo decir mucho. Lo que sí te puedo decir es que estoy contenta, porque son varios y todos me gustan, y eso no es lo habitual. Para trabajar necesito implicarme y hacerlo con pasión. Si consigo coordinar las fechas de todos ellos, no voy a parar.
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