El Real Madrid suspende en Israel ante el Maccabi
Hay campos amables, otros resultan incómodos, algunos son complicados, unos cuantos de extrema dificultad y luego está el del Maccabi. Si utilizásemos un símil ciclista, sería sin duda un fuera de categoría. Y lo ha sido siempre, desde aquellos tiempos lejanos en los que en los prolegómenos de los partidos el histórico ministro de defensa Moshes Dayan bajaba a saludar a los jugadores con su inconfundible parche en el ojo izquierdo. Independientemente de la calidad puntual del equipo, jugar en el pabellón de Tel Aviv es y será una de las tareas más complejas a las que se puede enfrentar un equipo europeo. El ambiente, la constante y tremenda presión a la que someten a los árbitros, la filosofía que casi todo vale (feísimo gesto el de la pancarta que se mostró en la grada antes del partido) convierten año tras años en una hazaña salir victorioso de allí. Pero esta complejidad por otro lado convierte a la empresa en muy atractiva y de alguna forma reveladora pues es en estos partidos y en estos campos donde los grandes jugadores y los equipos llamados a hacer algo importante deben demostrar su valía, pues ponen a prueba los nervios y la capacidad de aguante. No basta con hacerlo bien, hay que hacerlo durante todo el partido.
MACCABI 73 - REAL MADRID 58
Maccabi Tel Aviv: Solomon (10), Sharp (9), Parker (8), Baston (20), Vujcic (7) -cinco inicial-, Shason (16), Penney y Arnold (3).
Real Madrid: Sonko (3), Bullock (4), Scales (11), Reyes (14), Hamilton (7) -cinco inicial-, Rakocevic (10), Gelabale (7) y Hervelle (2).
Árbitros: Brazauskas (Lit.), Zachara (R. Che.) y Gondas (Gre.). Excluyeron por personales a Sharp (m.40).
Partido de la 4ª jornada de la segunda fase de la Euroliga. Nokia Arena de Tel Aviv ante unos 10.000 espectadores.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
22-14
11-22
21-10
19-12
El Madrid no lo hizo y perdió, pues le duró la pila sólo 25 minutos. Fue bastante, teniendo en cuenta que su pareja estelar, Bullock y Rakocevic, estuvieron fuera de onda como pocas veces se les ha visto, sobre todo el americano, que firmó probablemente su peor partido desde que fichó por el equipo blanco. En estas circunstancias, una victoria en Tel Aviv entra dentro de la categoría de milagro. Curiosamente el partido se rompió cuando el Maccabi mostraba mayores síntomas de debilidad, con sus jugadores descentrados y cometiendo errores inhabituales -44-44, mitad del tercer cuarto-. Ya no es el equipo intratable de los dos ultimos años, y echan en falta muchísimo al lituano Jakicevicius. Su sustituto, un tal Solomon, viejo conocido del Madrid pues le hizo un lío en la final de la Liga Uleb cuando estaba en el Happoel, es uno de esos jugadores tipo lagartija, que no paran de moverse pero no siempre con el raciocinio suficiente. El Madrid tuvo unas cuantas oportunidades de tomar distancia y sembrar dudas, pero compensó con sus malas decisiones y la negra noche de sus anotadores. Muy bien sujetados Parker y Vujcic, el Maccabi tuvo que aliviarse de la mano de un invitado inesperado, Sashon, que con cuatro triples mandó el partido al carajo -66-52, a falta de cinco minutos-. El esfuerzo defensivo de Sonko, los buenos minutos de un resucitado Gelabale o la eterna lucha de Felipe Reyes con los adversarios y su mala puntería en los tiros libres valieron de bien poco. De forma desangelada, con la pareja estelar más desenfocada que nunca terminaban los madridistas el anual examen que deben pasar los equipos europeos en su visita a Israel con un suspenso. Lo bueno fue que el examen no era final.
Resultados y clasificaciones: Grupo D: Barcelona, 81; Zalgiris, 69. Barcelona, 4 y 0. Olympiacos, 3 y 1. Unicaja, 1 y 3. Zalgiris, 0 y 4. Grupo E: Ulker, 84; Climamio, 80. Real Madrid y Maccabi, 3 y 1. Climamio y Ulker, 1 y 3. Grupo F: CSKA, 4 y 0 (único clasificado), Tau, 3 y 1. Lietuvos, 1 y 3. Bamberg, 0 y 4.
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