La fiscal de La Haya no excluye el suicidio de Milosevic en la cárcel
Los forenses tratan de despejar las dudas sobre la muerte del ex dictador
La fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), Carla del Ponte, no consiguió disipar ayer las dudas sobre la causas de la muerte del ex dictador serbio Slobodan Milosevic. Del Ponte declaró en su primera comparecencia pública tras el fallecimiento de Milosevic en su celda que no descartaba la hipótesis del suicidio, pero prefirió esperar a los resultados definitivos de la autopsia. Los informes preliminares del examen forense del cadáver hablaban anoche de muerte por "parada cardiaca producida por un infarto", según fuentes cercanas al TPIY.
La televisión pública holandesa había asegurado poco antes que, en análisis realizados el pasado mes de enero, se habían encontrado en la sangre de Milosevic restos de productos que se utilizan para el tratamiento de la lepra y la tuberculosis. Ambos fármacos tendrían el efecto de anular los medicamentos que el antiguo líder nacionalista serbio tomaba para combatir una hipertensión crónica. En la necropsia estuvieron presentes al menos dos forenses serbios, enviados por el Gobierno de Belgrado, que ayer rechazó toda posibilidad de celebrar funerales de Estado para Milosevic.
El asesor legal del ex dictador serbio, Zdenco Tomanovic, ahondó también ayer en la teoría del envenenamiento, al mostrar una carta manuscrita de Milosevic en la que aseguraba que había descubierto una conspiración para asesinarle en prisión.
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