Senderos por las alturas
Turismo rural en los valles alicantinos de la Marina Alta
Los almendros en flor trepan ladera arriba enredándose con el verde lustroso de los naranjos y pinos. El espectáculo es de altura y se escenifica en meticulosos bancales de piedra seca. De las planicies fluviales surgen macizos de formas plegadas y osamenta caliza, y en la línea del horizonte brilla el hilo azul intenso del Mediterráneo. Son los valles y sierras prebéticas de la Marina Alta, en la trastienda de Alicante: La Rectoría, La Gallinera, Laguar y Pop, entre otros. Están surcados por algunos ríos como el Girona y el Jalón, y en el marjal de Pego-Oliva nace el Bullent Vedat, encharcando una antigua albufera en la que crece el arroz y las aves se solazan. En esta tierra de aluvión se cultivan cítricos, olivos, almendros y cerezos, que forman dameros de diferente color de los que emanan esencias distintas en cada estación.
La belleza de estos parajes es aún grande, pero frágil. Su feracidad y su cercanía con la zona de playas los convierten en blanco urbanístico inminente. Están en segunda línea de costa, y entre las calles de sus poblaciones transitan hoy más extranjeros jubilados que nativos. Mientras tanto, mientras dura la belleza y el campo sigue dando su fruto, toda una red de alojamientos rurales acoge al viajero ávido de naturaleza y paz. El progresivo cuidado de las poblaciones -Llíbert, Sagra, Benimeli, Jalón- y la recuperación de casas señoriales y de riu-raus, o antiguos secaderos de pasas, es la otra cara de la moneda turística, la de la calidad: rutas que coronan las sierras o descienden hasta los barrancos, artesanía cerámica y productos culinarios tradicionales.
"Lo bueno que tiene esta zona", explica Jenny Pilliner, propietaria de dos casas rurales en Benimeli, "es que estás a dos pasos de la playa, y al tiempo tienes montaña y campo para perderte". Jenny, junto con Oswaldo, su marido, llegaron desde Bilbao hace casi una década, compraron un riu-rau rodeado de naranjos, y una casona de principios de siglo en Benimeli, y los restauraron con gusto exquisito, piscina, chimenea y vistas vertiginosas al valle de la Rectoría. Hoy los alquilan completos bajo la fórmula de casa rural. También en Benimeli, Valérie Cyrille, llegada desde Marsella, ha abierto recientemente una agradable casona en la que alquila habitaciones.
Suelos hidráulicos de colores, puertas labradas de pino canadiense y balcones de hierro forjado son algunos de los restos de la tradición local, bellamente conservados a lo largo de estos pueblos. Casi todos muestran una iglesia neoclásica del XVIII que, en el caso de Llíber y Jalón (ésta se construyó en el XIX) tienen campanario hexagonal y contrafuertes. Los productos culinarios son otro aliciente. Jalón es célebre por sus vinos y sus embutidos, entre los que sobresale la bufa, condimentada con abundante clavo. También por sus pastissets de boniato, sus almendrados y empanadas.
Un reserva con fama
En Parcent se elabora uno de los mejores vinos de la región, el Casta Diva, cuyo reserva 2002 cosecha miel, un moscatel dulce, ha pasado a los anales por haberse servido en la boda de los príncipes de Asturias. En su pequeña bodega (Purísima, 29; Parcent. 966 40 52 66), Felipe Gutiérrez de la Vega se afana en la puesta en marcha de una deliciosa tienda y sala de degustación de vinos y productos gastronómicos elaborados por su mujer, Pilar Sapena: un excelente aceite de oliva con las variedades arbequina, manzanilla y picual, mermeladas de toda clase y vinagres de fondillón y moscatel. Gutiérrez de la Vega, cuyas etiquetas evidencian su aguda melomanía, muestra una enorme inquietud enológica. En sus barricas descansa toda clase de monovarietales tintos, fondillones alicantinos (tintos dulces elaborados con monastrell pasificada) e infinidad de moscateles dulces y secos envejecidos en madera.
Por cierto que Parcent es uno de los enclaves hacia los que apunta la codicia constructora, ya que, como explica Felipe Gutiérrez de la Vega, "el campo está envejeciendo, y le quieren sacar el máximo rendimiento. Lo que ha durado más de 2.000 años se está destruyendo en 30". Un polémico proyecto, recortado tras la presión popular, prevé edificar 1.500 viviendas en un bellísimo rincón, hoy ocupado por frutales. Pego, con la urbanización Monte Pego, entre otras, es otro de los puntos negros de la zona, que, si no se detiene a tiempo, derivará sin remedio hacia el estilo chalet-colmena.
Además de vinos y productos culinarios, la cerámica es otra de las razones que hacen conveniente acercarse con coche hasta aquí. En Orba, el maestro alfarero Joaquín Prat (cerámicas Berenguer. Denia, 85) y otros artesanos jóvenes exhiben todo un delirio de piezas tradicionales como cántaros anguileros, jarros de entolar y caracoleras.
Para contemplar los valles de la Rectoría en toda su grandeza, hay que visualizarlos desde las alturas. Esto se consigue en la sierra de Segaria, por la que sube una carreterita hasta la cima. Allí, la planicie verde y rutilante del valle de la Rectoría se amalgama con el mar y compite con el cielo. Desde Fleix la vista tampoco desmerece. Otra casa rural aguarda con una de las más dilatadas panorámicas imaginables. Se trata de La Casota, abierta hace 10 años por Quini Garrido. Asentada sobre un altozano y junto a unos restos almohades, ofrece piscina, buenas cenas y excursiones a pie. La reina es el descenso al barranco del infierno por un asombroso sendero agreste, joya de la ingeniería popular, formado por 6.700 peldaños en zigzag. "Es muy probable que sea de origen árabe", explica Garrido, "aunque los mallorquines que repoblaron el valle en el siglo XVIII lo mantuvieron hasta la actualidad". Una pequeña lección de historia sobre un lugar que todavía respira autenticidad.
GUÍA PRÁCTICA
Dormir- Mediterráneo Rural (966 42 40 56; www.mediterraneorural.com). Benimeli. Preciosas casas rurales para cuatro y ocho; desde 290 y 520 euros el fin de semana (dos noches).- Pueblo Jardín (965 58 71 27; www.pueblojardin.com). Maestra Consuelo Sanchis, 7. Benimeli. Casa rural. La doble con desayuno, 55 y 60.- La Casota (www.lacasota.com; 965 58 36 46). Camino viejo entre Fleix y Campell. La Vall de Laguar. Estudios, casa completa y habitaciones, 75, 130 y 55 euros al día, respectivamente.Comer- Casa Julia (966 40 50 50). Avenida de la Constitución, 30. Parcent. Excelentes arroces y agradable terraza. Alrededor de 25 euros.- Kiko Port (962 85 61 52). Playa de Oliva. Oliva. Junto a una playa de dunas, deliciosos arroces y cocina levantina. Alrededor de 30 euros.- Casa Pepa (965 76 66 06). Pamis, 7-30. Ondara. Excelente cocina estacional de autor en una bonita casa tradicional con jardín. Unos 50.
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