El factor Sharon
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, de 78 años, aún podría salir del coma en el que se halla desde el 4 de enero, cuando sufrió un derrame cerebral masivo. Así lo aseguró ayer el director del hospital Hadassah de Jerusalén, Shlomo Mor Yosef, quien, sin embargo, apuntó que las posibilidades de que eso suceda son escasas. "Su condición es crítica, pero estable", reiteró por enésima vez desde que el paciente ingresara en el centro hospitalario. "Si el primer ministro despierta, ¿en qué condición quedará? Es una cuestión abierta", se preguntó y respondió Mor Yosef en una conferencia en la Universidad de Tel Aviv. Como está abierto el debate sobre su herencia política durante la campaña electoral.
A 21 días de la cita con las urnas, el jefe de Gobierno interino, Ehud Olmert, sigue los pasos -aunque dubitativo y sin lograr poner orden en sus filas- de su mentor. El candidato de Kadima, partido fundado por Sharon en noviembre, tras romper la columna vertebral del Likud con su abandono, promete seguir la senda marcada por el ex general enfermo y desmantelar algunas colonias en Cisjordania. Conservará Israel, según ha anunciado Olmert, los principales enclaves del territorio ocupado, donde habitan hoy casi un cuarto de millón de colonos judíos, y no abandonará el valle del río Jordán, cuya cuenca Israel cree vital para satisfacer sus necesidades de agua.
"Eso no lo habría hecho Sharon", clamó el domingo el ex ministro de Exteriores Silvan Shalom, del Likud, partido que, al mismo tiempo, saca tajada de las acusaciones por malos manejos que brotan contra el ex dirigente y su clan para arremeter contra Kadima. Aún favorita para triunfar en los comicios, le crecen los enanos a la formación creada por Sharon.
La noche del domingo, el Canal 10 de la televisión israelí dio a conocer documentos que muestran nombramientos, en la Administración, de dirigentes del Likud decididos por Ariel Sharon, y que su hijo Omri se encargaba de cocinar para que su padre gozara del suficiente respaldo en el comité central del partido.
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